Pharm-Sintez no pudo demandar a Primafarm por 553 millones de rublos debido a cambios en los términos del contrato para el suministro de lenalidomida.

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Pharm-Sintez no pudo demandar a Primafarm por 553 millones de rublos debido a cambios en los términos del contrato para el suministro de lenalidomida.

Pharm-Sintez no pudo demandar a Primafarm por 553 millones de rublos debido a cambios en los términos del contrato para el suministro de lenalidomida.

Según consta en el expediente, el contratista firmó un contrato con el Centro Federal de Prevención y Control de la Obstetricia y la Ginecología (FCPiLO) para el suministro de uno de los fármacos oncohematológicos más costosos, valorado en 3.100 millones de rublos, el 2 de junio de 2022. Primapharm ganó la licitación, indicando que podía suministrar más de 671.000 cápsulas del fármaco lenalidomida de 25 mg bajo la marca Myelanix (fabricado por Pharm-Sintez). El fármaco se presentó a la licitación infringiendo la patente del Revlimid original de Bristol-Myers Squibb (BMS), que expiró posteriormente, en el verano de 2022.

Posteriormente, el 6 de junio de 2022, Primafarm, con el consentimiento del Centro Federal para la Prevención y el Control de la Población, añadió otro producto al contrato para su posible suministro: Lenalidomida de Pharmasintez. El demandante recalcó ante el tribunal que el distribuidor había proporcionado en dos ocasiones al Centro Federal información deliberadamente falsa sobre los riesgos de que Myelanix no estuviera disponible en el mercado, lo cual, según Pharmasintez, motivó las modificaciones al contrato. El demandado no se había puesto en contacto con el fabricante del producto en cuestión para consultar sobre la posibilidad de producir el volumen requerido del medicamento, y el demandante no tenía ningún impedimento para producir la cantidad necesaria de Myelanix.

Pharm-Sintez consideró ilegales e injustas las acciones de Primafarm. Myelanix, fabricado por la demandante específicamente para su entrega en virtud del contrato estatal, nunca se entregó, lo que ocasionó a la farmacéutica pérdidas por valor de 152,7 millones de rublos en concepto de daños y perjuicios y 400 millones de rublos en lucro cesante.

En su fallo, el Tribunal de Arbitraje de Moscú declaró que la demandante no había logrado probar los fundamentos para reclamar daños y perjuicios a la demandada, ya que Pharm-Sintez no había participado en la subasta del medicamento y la demandada «no tenía obligación alguna» con el fabricante. El tribunal determinó que las consecuencias adversas se debieron a las propias acciones de Pharm-Sintez, las cuales «no cumplieron con los requisitos de razonabilidad y prudencia», y que la empresa no había demostrado que no pudiera vender el medicamento fabricado en virtud de otros contratos gubernamentales. Como se señala en el fallo, los medicamentos, de fabricación totalmente rusa, no estaban disponibles comercialmente cuando se suscribieron el contrato y su acuerdo complementario debido a restricciones de patentes.

«Otros medicamentos se fabricaban con sustancias farmacéuticas procedentes de países extranjeros, incluidos aquellos que figuran en la lista de países que han cometido actos hostiles contra la Federación Rusa, lo que podría haber ocasionado posibles restricciones en el suministro y dificultades logísticas», declaró el tribunal. Estas circunstancias justifican la inclusión de Primapharm como nombre comercial adicional en el contrato. Además, el tribunal citó ejemplos de adquisiciones fallidas de productos que contenían lenalidomida, entre los que se incluían, en particular, los de Myelaniks.

El año pasado, Pharm-Sintez tampoco logró obligar al Centro Federal para la Prevención y Control del Desarrollo de la Población y a Primafarm a cumplir con el contrato estatal según los términos originales, es decir, a suministrar el Myelanix declarado. En ese momento, el demandante enfatizó que «el medicamento bajo la marca Myelanix nunca se vendió ni en 2022 ni en 2023». El juzgado de primera instancia falló a favor del demandante a finales de marzo de 2024, pero para entonces, el contratista ya había entregado la totalidad del medicamento al Ministerio de Salud.

El Noveno Tribunal de Apelación Arbitral, ante el cual Primapharm intentó apelar la decisión de primera instancia, también dictaminó que las modificaciones contractuales realizadas por las partes eran ilegales. Sin embargo, en septiembre de 2024, el Tribunal Arbitral del Distrito de Moscú, en respuesta a la solicitud de Primapharm, revocó las decisiones de los tribunales anteriores y desestimó las pretensiones de Pharm-Sintez. El tribunal sostuvo que el cliente tenía derecho a aceptar medicamentos intercambiables, dado que el principio activo era objeto de la adquisición. El Tribunal Supremo de la Federación Rusa se negó a remitir el recurso del fabricante farmacéutico al panel judicial para su consideración.

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