En San Petersburgo, los padres quemaron el cuerpo de un niño que murió después de un parto en casa.

Una residente de San Petersburgo y su pareja fueron detenidos bajo sospecha de estar involucrados en la muerte de un recién nacido. Según información preliminar, el bebé nació vivo, pero falleció poco después, y su cuerpo fue colocado en un barril y quemado.
Un terrible incidente ocurrió en una vivienda particular de la calle Berezovaya en Aviagorodok, según informa la agencia de noticias Operational Coverage. Según los investigadores, una mujer de 44 años de San Petersburgo dio a luz en su casa el 12 de junio. El 9 de julio, la madre notó que el bebé no daba señales de vida y le contó lo sucedido a su pareja, un hombre de 28 años.
El servicio de prensa de la Dirección Principal de Investigación del Comité de Investigación de la Federación Rusa para San Petersburgo señaló que los padres, en lugar de denunciar el incidente a la policía, intentaron ocultar la muerte del niño. La madre del niño tampoco contactó con instituciones médicas ni de atención infantil.
El cuerpo del niño fallecido fue quemado por su padre en un barril en la propiedad. Se abrió una causa penal por el incidente en virtud del apartado 1 del artículo 109 del Código Penal de la Federación de Rusia (muerte por negligencia).
Anteriormente se informó que en San Petersburgo una madre negligente fracturó el cráneo de su hija de tres meses.
Rosbalt.ru