Ponte da Barca. Cruz Roja activa una unidad móvil de apoyo.

La Cruz Roja Portuguesa (CVP) ha activado en Ponte da Barca el ESPACIO DE DESCANSO, una estructura móvil y modular que tiene como objetivo ofrecer al personal operativo “condiciones dignas de descanso, higiene, apoyo psicosocial y recuperación física”, según anunció este viernes.
Capaz de albergar hasta 100 personas simultáneamente y 500 de forma rotatoria, la estructura representa "una respuesta inédita en el contexto nacional, diseñada para afrontar las exigencias físicas y emocionales de la lucha contra los incendios forestales, cada vez más frecuentes e intensos", señaló la Cruz Roja en un comunicado.
El incendio en Ponte da Barca, en el distrito de Viana do Castelo, se desató hace casi una semana y este viernes, a las 9.00 horas, permanecía con dos frentes activos en la zona de bosque y matorral, con 664 operativos, 227 vehículos y un vehículo aéreo en tierra.
Este incendio ya ha destruido una gran zona del Parque Nacional de Peneda-Gerês.
ESPACIO DE DESCANSO sirve como zona de respaldo, donde los operadores pueden recuperar fuerzas, recibir monitoreo de salud y regresar al trabajo en mejores condiciones físicas y psicológicas.
Según Gonçalo Orfão, Coordinador Nacional de Emergencias del CVP, esta estructura, activada por primera vez en Ponte da Barca, fue concebida “como una respuesta rápida centrada en las personas, que garantice el bienestar integral de los operadores”.
En el comunicado de prensa, el presidente del CVP, António Saraiva, afirma que «responder a situaciones críticas requiere más que recursos. Requiere coordinación, asistencia mutua y compromiso colectivo».
REST SPACE es «un ejemplo de cómo la cooperación entre entidades permite crear soluciones que cuidan a quienes protegen a la población. Solo mediante esta colaboración podemos garantizar respuestas eficaces y humanas, tanto para el personal operativo como para las comunidades afectadas», enfatiza António Saraiva.
La iniciativa cuenta con el apoyo de Missão Continente, una alianza entre entidades públicas y privadas, y se enmarca en la misión humanitaria del CVP de cuidar tanto a las poblaciones afectadas como a los profesionales que las protegen.
Según António Saraiva, la respuesta de la Cruz Roja a la emergencia actual ha sido "robusta y coordinada con otras agencias de protección civil".
Ha estado presente en los incendios rurales de Ponte da Barca, Ponte de Lima, Arouca, Penamacor, Alcanede, Capela y Recarei, movilizando 48 ambulancias de emergencia, 15 oficiales de enlace y alrededor de 100 efectivos operativos, que ya han realizado 22 operaciones de asistencia sobre el terreno.
La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de la Cruz Roja Portuguesa para dar una respuesta humanitaria a los desafíos que plantea el cambio climático y los fenómenos extremos que de él se derivan, como los incendios rurales a gran escala.
Como entidad auxiliar de los poderes públicos, el CVP actúa de forma complementaria, reforzando los recursos existentes y ofreciendo respuestas integradas y centradas en las personas, desde la asistencia de emergencia hasta la recuperación física y emocional del personal.
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