Estudiantes de la Universidad de Lisboa critican el fin del FCT

La Asociación Académica de la Universidad de Lisboa (AAUL) criticó este viernes la extinción de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (FCT), anunciada el jueves por el Gobierno, mostrando preocupación por la continuidad y estabilidad de los proyectos en marcha.
El cierre de la FCT, organismo central de financiación de la ciencia y la investigación en Portugal, plantea serias preocupaciones sobre la continuidad y estabilidad de los proyectos científicos en curso, la previsibilidad de las becas otorgadas a estudiantes e investigadores, y la credibilidad del sistema científico nacional. La FCT ha sido un pilar fundamental en la consolidación de las carreras académicas y el fomento de la investigación de vanguardia, desempeñando un papel insustituible en el ecosistema científico portugués, escribe la AAUL en un comunicado.
El ministro de Educación, Fernando Alexandre, anunció este jueves una reforma del Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación, con la eliminación de varias entidades, entre ellas la FCT, que pasarán a integrarse en nuevos organismos.
La reforma del Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación (MECI) fue aprobada por el Consejo de Ministros y, en rueda de prensa al final de la reunión, Fernando Alexandre justificó la reestructuración calificando a su ministerio como una “estructura anacrónica”, con organizaciones fragmentadas, sistemas de información desintegrados y gobernanza desarticulada.
Para la AAUL, la extinción de la Dirección General de Educación Superior (DGES) “plantea problemas especialmente graves para los estudiantes”, ya que, según la asociación: “esta entidad garantiza, entre otras funciones, la gestión de las becas de acción social, el proceso de solicitud y acceso a la educación superior, la validación de ciclos de estudio y diplomas, así como la coordinación con instituciones internacionales”.
Su eliminación, que fusiona las funciones de dos entidades en una sola, el Instituto de Educación Superior (IES), socava la confianza de los estudiantes en el sistema de educación superior. Aún no está claro cómo se garantizarán las competencias técnicas altamente especializadas que reúne la DGES ni cómo se garantizará la coordinación institucional con universidades y politécnicos, añade.
Reconociendo “la importancia de repensar la organización de la administración pública, particularmente con vistas a su modernización y desburocratización”, la asociación académica “rechaza rotundamente las reformas que sacrifiquen organizaciones estratégicas sin estudios de impacto público, sin transparencia procesal y, sobre todo, sin diálogo con los actores directamente afectados: los estudiantes”.
“La reducción de las organizaciones y la centralización de responsabilidades en un número limitado de 'agencias' requiere escrutinio público; de lo contrario, se perderá la autonomía técnica y científica que caracterizaba a las estructuras ahora extintas”, argumenta la AAUL, considerando que “el futuro de la ciencia, la educación y la educación superior no puede decidirse a puerta cerrada”.
Este jueves se anunció que con 18 entidades y 27 altos directivos en el sistema de educación no superior y los servicios de educación superior, ciencia e innovación, el MECI pasará a contar con sólo siete entidades y 27 altos directivos, con la integración de las entidades disueltas en nuevas entidades.
También en Educación Superior, la nueva estructura prevé la extinción de dos entidades —la Dirección General de Educación Superior y la Agencia Erasmus+— que se integrarán en el nuevo Instituto de Educación Superior, que asumirá las funciones de gestión de la acción social, las cuestiones relacionadas con la internacionalización de las instituciones y la creación del espacio europeo de educación superior.
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