EDP detiene las inversiones, pero refuerza su presencia en Portugal a través de redes.

EDP planea invertir 12.000 millones de euros entre 2026 y 2028, en un plan de negocios que reduce su ambición de crecimiento en la producción de energías renovables, tanto en capacidad como en nuevos mercados. En el plan anterior, entre 2023 y 2026, EDP tenía previsto invertir 25.000 millones de euros brutos, de los cuales aproximadamente 20.000 millones se destinarían al suministro de energías renovables, pero estas cifras ya se habían recortado el año pasado.
Al presentar la estrategia este jueves en Londres, el director general de EDP la justificó. «¿Por qué no estamos siendo más agresivos en nuestro crecimiento? Estamos tomando medidas firmes para invertir en grandes proyectos y, si vemos nuevas oportunidades, podemos acelerar el ritmo». Miguel Stilwell de Andrade rechazó la idea de que se trate de un plan conservador, pero reiteró su postura: «No queremos vernos presionados a aumentar la cantidad de MW (megavatios) que suministramos, sacrificando la rentabilidad».
Se trata de una estrategia centrada en el desarrollo de proyectos ya asegurados y en aquellos que garantizan rentabilidad. "El objetivo principal es finalizar lo que ya estamos haciendo y ser muy disciplinados con las nuevas inversiones".
El nuevo plan prevé que la compañía aumente su capacidad en 5 gigavatios, lo que, descontando la rotación de activos, asciende a 2.500 GW, y vuelve a centrar su atención en Estados Unidos, un mercado donde se han superado las incertidumbres que se cernían sobre el horizonte a principios de año —debido a las políticas hostiles del presidente Donald Trump—. «Nos sentimos muy bien en Estados Unidos», afirmó el director ejecutivo de EDP, refiriéndose a la enorme demanda de electricidad de los centros de datos.
EDP Renewables está bien posicionada para aprovechar esta tendencia, ya que cuenta con producción en los estados donde se concentra la mayor parte de estos grandes clientes y, por lo tanto, ha reanudado la firma de contratos de compraventa de energía a largo plazo. El mercado norteamericano absorberá el 60 % del plan de inversión de EDP Renewables, que movilizará 7500 millones de euros entre 2026 y 2028.
La estrategia también implica concentrar los proyectos en menos mercados y abordar el negocio de la energía eólica marina con mucha cautela, un mercado en el que EDP invirtió fuertemente en el pasado con la creación de una empresa conjunta internacional con el gigante francés Engie.
Miguel Stilwell de Andrade señala que las subastas para nueva capacidad de energía eólica no han tenido éxito; la licitación portuguesa ni siquiera tiene fecha de lanzamiento. Observa un cambio en la percepción que tiene el sector sobre estas licitaciones. Los proyectos eólicos marinos son a largo plazo, requieren de cinco a seis años para su desarrollo, y «hay que tener mucha confianza en la rentabilidad», ya que se corre el riesgo de invertir y perder dinero. «No queremos correr ese riesgo».
Otro objetivo del nuevo plan es aumentar la inversión en redes durante los próximos tres años, lo que debería absorber casi un tercio del total previsto hasta 2028. Esto representa un aumento del 20% con respecto al plan anterior y se centrará principalmente en Portugal.
De una inversión bruta de 12.000 millones de euros, el negocio de redes absorberá 3.600 millones , dos tercios de los cuales se destinarán a la Península Ibérica, en particular a Portugal, donde la modernización de las redes eléctricas recibirá 1.700 millones de euros. Con esta cantidad, el mercado portugués recupera relevancia en el plan de negocio de la compañía eléctrica, lo que supone una ruptura con el pasado reciente, tal y como destacó el consejero delegado de EDP durante la presentación de la nueva estrategia celebrada este jueves en Londres.
EDP afirma que la tasa de retorno en Portugal y España no es atractiva para la inversión.
“No estábamos creciendo en Portugal”, señaló Miguel Stilwell de Andrade, y el gobierno y los reguladores comprendieron la necesidad de incentivar la inversión. Entre las medidas positivas destacadas se encuentra la clarificación de la política de remuneración de la red, si bien la tasa propuesta por el regulador para el próximo año —6,3 %— no alcanza las expectativas de EDP. La compañía confía en que la propuesta tarifaria final de la Autoridad Reguladora de Servicios Energéticos, que se publicará en diciembre, será más favorable para la remuneración de las redes de distribución. Esta remuneración se abona a través de las tarifas eléctricas, por lo que la inversión en estos activos tiene repercusiones tarifarias.
Pero también la exención de la contribución extraordinaria al sector energético (CESE) para inversiones en redes, prevista en los próximos Presupuestos Generales del Estado. Se trata de un punto de inflexión clave en la remuneración de estos activos, afirmó el director general de EDP.
La reducción de un punto porcentual en el impuesto sobre la renta de las sociedades para 2026, ya aprobada por el Parlamento, también es una buena noticia para las empresas, que se encuentran entre los principales contribuyentes del impuesto sobre beneficios en Portugal.
El enfoque en las redes, en lugar de la producción, ya estaba presente en el plan de negocios anterior, pero cobra mayor relevancia en un año marcado por el apagón ibérico y las medidas adoptadas por los gobiernos de Portugal y España para mejorar la resiliencia de la infraestructura eléctrica y crear las condiciones para un mayor uso de energías renovables. EDP, a través de E-Rede, ostenta la concesión para las redes de distribución, pero se prevé una licitación para la baja tensión.
El aumento de la demanda eléctrica, especialmente con el auge de los centros de datos, y la necesidad de reemplazar los equipos —aproximadamente la mitad de los transformadores tienen 50 años— son factores clave para esta renovación que se extenderá más allá de 2028. En relación con la enorme demanda proveniente de los centros de datos, Miguel Stilwell de Andrade puso como ejemplo un centro de datos en Portugal (el Start Campus en Sines ), cuyas necesidades energéticas representan cerca del 20 % de la demanda eléctrica actual del país.
Con menos inversiones que anunciar al mercado, EDP apuesta por la rentabilidad para sus accionistas y prevé un aumento de los beneficios de 1.200 millones de euros en 2025 a 1.300 millones de euros anuales en 2028. Este crecimiento se sustenta en una menor rotación de activos y una mayor concentración en actividades reguladas, como las redes, que conllevan menor riesgo y ofrecen resultados más seguros. La compañía prevé un crecimiento del 5% en los dividendos para 2028. Las acciones de la compañía cayeron un 6% el jueves.
El periodista viajó a Londres por invitación de EDP.
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