Una transición justa llevará muchos años. Las ciudades deben reinventarse.
- Hoy podemos hablar de una transformación a gran escala de las zonas post-mineras, apoyada, entre otros, por fondos europeos.
- Sin embargo, en muchas ciudades relacionadas con la minería, el proceso de cierre de minas comenzó a principios de la década de 1990.
- Hasta el día de hoy, los gobiernos locales aún sufren las consecuencias de esas decisiones. Estas ciudades aún tienen un largo camino por recorrer para olvidar por completo su pasado minero.
Desde la perspectiva de las ciudades, el mayor problema de la transformación de finales de siglo fue que las economías locales quedaron abandonadas a su suerte. Por un lado, se atendió a los trabajadores —se les pagó la indemnización por despido y algunos recibieron formación—, pero el cierre de las plantas de la industria pesada provocó la pérdida de clientes en los comercios y negocios locales —declaró Michał Bieda, vicealcalde de Bytom—.
Es bueno que finalmente comenzamos a planificar cómo alejarnos del carbón.Añadió, sin embargo, que su ciudad ya ha superado lo peor. Esto se debe principalmente a que la escala de la minería que aún opera en Bytom es mucho menor que hace décadas: solo una mina permanece en funcionamiento en la ciudad, y se espera que cese sus operaciones a finales de este año.
Michał Bieda también evaluó que los actuales procesos de transformación de las zonas mineras pueden describirse como planificados.
Hoy en día, parece que estamos adelantando este proceso y "programándolo". Esto brinda la oportunidad de desarrollar áreas postindustriales y dotarlas de funciones completamente nuevas. Esto está sucediendo no solo en Bytom, sino también en otras ciudades en proceso de transformación.
- dijo el primer teniente de alcalde de Bytom.
Mencionó ejemplos del desarrollo de áreas postindustriales en Bytom, incluida la creación de una zona económica, un complejo de viviendas privado con campo de golf, un teatro de danza y un centro de escalada y deportes de fuerza.
La transformación tardará al menos otros 15 años. Esperemos que sea lo más breve posible.En Wałbrzych, el proceso de cierre de las minas comenzó en 1990. El último vagón simbólico de carbón llegó a la superficie en 2020.
La transformación comenzó hace varias décadas y los problemas asociados a ella probablemente seguirán sintiéndose durante otros 15 años, aunque espero que sean lo más breves posible.
- afirmó Kacper Nogajczyk, vicepresidente de Wałbrzych.
Añadió que la ciudad aún enfrenta enormes problemas de infraestructura. El gobierno local se ha hecho cargo de más de 500 edificios deteriorados y zonas afectadas por las minas.
«Cada año demolimos entre 8 y 12 edificios porque simplemente no son aptos para una reconstrucción integral. Claro que intentamos revitalizarlos, pero lo hacemos en la medida en que disponemos de los recursos y, sobre todo, del dinero. Basta con venir a Wałbrzych para ver cuántas casas de vecindad permanecen vacías, con las ventanas tapiadas, a punto de ser demolidas», explicó Kacper Nogajczyk.
Centrándose en las zonas post-minería, el vicepresidente de Wałbrzych destacó que una parte de ellas ha sido privatizada y hoy en día allí se llevan a cabo diversas actividades económicas, tanto grandes como pequeñas.
El funcionario del gobierno local también llamó la atención sobre la importancia del Fondo de Transición Justa, destinado directamente a las regiones post-minería.
"Es positivo que exista este fondo, y sería positivo si lográramos reunir los fondos para nuestra propia contribución. Sin embargo, debemos recordar que, después de cualquier inversión, debemos proporcionar fondos adicionales cada año para mantener las instalaciones revitalizadas. Y la cifra crece constantemente. Cabe recordar que en Wałbrzych, hasta cuatro distritos tenían sus propias minas", declaró Kacper Nogajczyk.
