Un profesor de la Escuela de Economía de Varsovia (SGH) ha cumplido un sueño de la infancia: conducir un autobús urbano una vez al mes.

Economista de transporte de formación, es director del Instituto de Infraestructura, Transporte y Movilidad de la Escuela de Economía de Varsovia. Es miembro del consejo de administración del Puerto de Comunicaciones Central (CPK), propietario de la consultora Wolański y cofundador de Koleo, una plataforma de venta de billetes de tren. A pesar de su larga lista de responsabilidades, encuentra tiempo para sus aficiones; cree que todo emprendedor debe tener pasiones que le permitan escapar de los problemas cotidianos.
En su caso, el deporte es su vía de escape. Su amor por la actividad física surgió de forma natural: su padre era instructor de esquí certificado y su madre, instructora de tenis. Su abuela, antes de ser profesora de la Academia de Educación Física, fue jugadora profesional de baloncesto.
"También obtuve mi licencia de profesor de esquí a los 18 años y mi licencia de vela a los 12. Actualmente, además del esquí alpino, intento practicar esquí de travesía, que consiste en subir montañas solo con esquís, sin usar telesillas. Voy al gimnasio con regularidad y practico ciclismo de montaña todos los años. También solía nadar y navegar mucho, y tomaba clases de gimnasia", dice Michał Wolański.
Doctorado y permiso de conducir categoría DSin embargo, no planeaba seguir una carrera deportiva. Soñaba con... conducir transporte público. De niño, preguntó a sus padres qué estudios eran necesarios para ser conductor de tranvía. Con los años, se mantuvo fiel a su pasión. Durante sus estudios, participó activamente en el Club de Entusiastas del Transporte Público de Varsovia, llegando incluso a ser su vicepresidente. En aquel entonces, adquirir formación y experiencia profesional era una prioridad para él, por lo que no obtuvo el permiso de conducir de categoría D hasta los 27 años, tras completar su doctorado.
"Un compañero que estaba esperando un bebé me provocó y quería un trabajo alternativo. Curiosamente, antes del primer reconocimiento médico, discutió con la recepcionista y se fue. Yo, en cambio, fui más perseverante en mi objetivo", recuerda la emprendedora.
Actualmente es un exitoso conductor de autobús urbano en Varsovia, aunque se limita a una vigésima parte de su trabajo a tiempo completo, o 10 viajes al año. Anteriormente, condujo autobuses en Bydgoszcz, Cracovia y Gdynia. Le impresionó especialmente Bydgoszcz, donde los conductores de transporte público tienen acceso a excelentes sistemas de navegación. ¿Por qué, a pesar de sus muchas responsabilidades, elige conducir un autobús urbano?
Es una gran sensación saber que, incluso como profesor, puedo mantenerme con mi propio trabajo. Además, te enseña a respetar el esfuerzo de muchas personas que trabajan en este puesto. Desafortunadamente, a los conductores se les falta el respeto. En muchos países, se les saluda con un hola y un adiós; en Polonia, esto es extraño; los pasajeros se dirigen al conductor principalmente cuando el autobús frena bruscamente, llega tarde o va demasiado rápido», dice el profesor del SGH.
También es significativo que el número de personas interesadas en este puesto esté disminuyendo. La gente se resiste a trabajar de noche o a levantarse para el primer turno. Si pueden elegir otra profesión, lo hacen, incluso si eso implica ganar menos.
Accidentes memorablesA pesar del paso del tiempo, recuerda vívidamente su primer día al volante. Fue una época de mucho estrés.
"Era la Noche de los Museos, así que el autobús iba lleno, con rutas inusuales y servicio nocturno. Tenía mi línea favorita, la 175 al aeropuerto, y muchos turistas la usan, y se les puede —y se les debe— ayudar. Lamentablemente, la empresa para la que trabajo ya no la opera", lamenta Michał Wolański.
Recuerda una colisión, por su culpa. Mientras conducía un autobús urbano, rompió el retrovisor al chocar con otro autobús. Ocurrió el Día de Todos los Santos en la terminal del metro Młociny, y la zona estaba llena de importantes funcionarios del transporte público de Varsovia. Otra colisión fue causada por un taxista.
El conductor golpeó mi autobús con el retrovisor, lo rayó y se dio a la fuga. Situaciones como esta son realmente inquietantes... Sobre todo porque es difícil estar 100% seguro de lo que ocurrió antes de ver las imágenes de la cámara. Es una situación muy extraña, porque si el agresor huye del lugar del accidente, la aseguradora tiene derecho a reclamarle una indemnización, lo que significa que, en la práctica, el seguro no cubre la responsabilidad. Huir suele ser rentable, sobre todo para personas bajo los efectos del alcohol o las drogas. A menos que el conductor no se diera cuenta, pero ¿es posible no darse cuenta de que un retrovisor sale volando?, se pregunta Wolański, el propietario de la empresa.
La pasión enseña pacienciaAdmite que hay cosas sorprendentes en ser conductor de autobús, pero lo que más le sorprende es la actitud de los gestores de transporte hacia los conductores.
"Por ejemplo, cada autobús tiene un ordenador que comprueba si el conductor se ha adelantado o ha perdido la ruta. Y está diseñado para supervisar al conductor, no para ayudarle ni para indicarle qué hacer para evitar perderse en el laberinto de desvíos. Además, a veces los desvíos ni siquiera están programados", señala Michał Wolański.
El trabajo no sólo le da alegría, sino que también le enseña humildad y paciencia.
"Incluso el peor atasco acabará por terminar; solo hay que esperar. Sin embargo, esta es una lección bastante universal; se puede aprender en muchos lugares; he competido en maratones de ciclismo en el pasado y la conclusión fue similar", concluye el emprendedor.
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