Polonia lanza una campaña en países africanos y asiáticos para advertir contra la migración ilegal

Polonia ha lanzado una campaña en siete países africanos y asiáticos advirtiendo a los potenciales inmigrantes que no crean en las afirmaciones de los traficantes de personas y de Bielorrusia de que pueden ayudarlos a ingresar a la Unión Europea a través de la frontera polaca.

La iniciativa, anunciada por primera vez en abril , se lanzó hoy en Afganistán, Etiopía, Eritrea, Somalia, Irak, Pakistán y Egipto, países en los que Polonia ha identificado el mayor número de personas que intentan cruzar ilegalmente la frontera desde Bielorrusia.

“Quienes les prometieron una vida próspera en Europa están mintiendo”, dice un video dirigido a potenciales inmigrantes y compartido en las redes sociales por el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski. “La frontera polaco-bielorrusa no es una puerta de entrada a Europa”.

“La frontera polaca está protegida por altos muros, llenos de dispositivos mecánicos modernizados y miles de soldados”, continúa el mensaje. Polonia está reforzando su legislación sobre refugiados. Si alguien cruza la frontera ilegalmente, no recibirá asilo.

En marzo, Polonia introdujo una nueva ley que suspende el derecho a solicitar asilo por parte de los inmigrantes que entran al país desde Bielorrusia. También ha reforzado las barreras físicas y la vigilancia electrónica en la frontera, además de introducir una zona de exclusión destinada a mantener alejados a los traficantes de personas.

Al anunciar la nueva iniciativa, la oficina del primer ministro Donald Tusk dijo que es una “respuesta a la cooperación de los contrabandistas y los aparatos estatales de Rusia y Bielorrusia, cuyas consecuencias son la enorme presión migratoria en nuestra frontera oriental y las tragedias de miles de personas traídas por regímenes hostiles a Polonia”.

La campaña informativa se llevará a cabo en las redes sociales y en espacios públicos de los siete países y se traducirá a los idiomas locales.

Desde 2021, decenas de miles de migrantes y solicitantes de asilo, principalmente procedentes de Asia y África, han intentado entrar en Polonia con el estímulo y la ayuda de las autoridades bielorrusas .

En respuesta, tanto el anterior gobierno de Ley y Justicia (PiS) de Polonia, que gobernó hasta fines de 2023, como la actual administración de Tusk han introducido medidas duras que buscan prevenir los cruces.

Grupos de derechos humanos, incluidos el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y el Comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa , han criticado muchas de las medidas adoptadas por Polonia, en particular la práctica de “devolver” a los migrantes a través de la frontera hacia Bielorrusia.

Señalan que, según se informa, más de 100 personas han muerto en la frontera desde el comienzo de la crisis, a menudo después de haber sido obligadas a retroceder y cruzarla por las autoridades polacas y bielorrusas.

Sin embargo, Varsovia ha recibido respaldo de sus socios europeos por su enfoque duro. El mes pasado, el comisario de Asuntos Internos y Migración de la UE, Magnus Brunner, visitó la frontera entre Polonia y Bielorrusia junto con el ministro del Interior de Polonia, Tomasz Siemoniak.

Brunner declaró que la decisión de Polonia de suspender las solicitudes de asilo es "correcta según la legislación de la UE" y elogió al país por proteger la frontera oriental de la UE de la migración "utilizada como arma", calificándola de "la primera línea de defensa de Europa".