La defensa debe explicar claramente por qué necesita el espacio

Las fuerzas armadas holandesas están al comienzo de una etapa de crecimiento. La guerra en Ucrania ha impulsado a los países de la OTAN a aumentar significativamente sus inversiones en defensa. El ministro Ruben Brekelmans (Defensa, VVD) escribió este mes a la Cámara de Representantes que la organización del tratado quisiera que los Países Bajos gastaran entre 16.000 y 19.000 millones de euros más anualmente en sus fuerzas armadas. De momento, los Países Bajos gastarán en este ámbito 22.000 millones de euros en 2025, y el gobierno ha acordado destinar al menos el 2% del PIB a objetivos de defensa. Esto conducirá a un aumento significativo del número de personal militar.

Todas estas personas tendrán que ser educadas y capacitadas en algún lugar. También hay que darle un lugar al nuevo equipamiento que Holanda va a adquirir. El viernes pasado, el Gabinete presentó sus planes para alojar a las Fuerzas Armadas. El Ministerio de Defensa tiene en mente decenas de lugares donde quiere construir nuevos cuarteles, depósitos de municiones, pistas de aterrizaje y campos de entrenamiento, y donde es necesario ampliar los lugares ya existentes. Esto aumentará el reclamo de defensa sobre el espacio disponible de las 35.000 hectáreas actuales a aproximadamente 37.000 hectáreas en 2035.

El espacio es escaso en los Países Bajos. Donde están las Fuerzas Armadas, no hay espacio para viviendas, negocios, naturaleza o recreación. Por eso es positivo que el Ministerio de Defensa haya mantenido contactos exhaustivos con provincias y municipios en los últimos meses para ver dónde la expansión sería menos dolorosa. Se espera que este tipo de consultas evite desacuerdos entre el gobierno nacional y las autoridades inferiores.

En el próximo período es importante que los ciudadanos también participen en este proceso. Porque al final tendrán que hacer espacio para la defensa –literalmente, al expropiar tierras– y tendrán que lidiar con las molestias. La defensa debe poder explicar con claridad por qué se eligieron determinados lugares, pero sobre todo por qué sus intereses deben prevalecer a veces sobre otros.

¿Por qué se puede construir un cuartel en un lugar y no una zona residencial en otro? ¿Por qué una granja debería dar paso a un campo de entrenamiento? ¿Por qué ya me sobresalto al ver un F-35 volando sobre nosotros? En resumen: si los Países Bajos y el resto de la OTAN no logran proteger la democracia liberal de las amenazas externas, los ciudadanos no tendrán voz ni voto en esos asuntos en el futuro.

Este argumento no impresionará a todos. Por lo tanto, es concebible que los ciudadanos con objeciones legales a la concesión de permisos, por ejemplo por razones medioambientales, acaben recurriendo al Consejo de Estado. Este último tendrá entonces que sopesar los diversos intereses entre sí, como corresponde en un Estado constitucional.

El Ministerio de Defensa no parece estar del todo tranquilo, ya que está trabajando en una ley que permitirá desviarse de las reglas medioambientales (europeas) invocando la "urgencia" de la situación mundial. Si se aprueba una ley de ese tipo, el Ministerio haría bien en invocarla con moderación. La defensa ocupará un lugar destacado en la sociedad durante mucho tiempo. Entonces es mejor ganar corazones y mentes que imponer tu voluntad.