Juguetes pequeños

Mi nieto Bor, de dos años y medio, viene de visita. Como siempre, va directo al rincón de juegos y a su caja favorita de juguetes viejos. Está completamente absorto en el juego y en su propia fantasía. Le dice a su abuelo que uno de los coches tiene una rueda pinchada. Le aconsejo que le infle más aire en el taller. Cuando vuelvo un poco más tarde, le pregunto por el estado del coche pinchado. Con una gran sonrisa, responde: "¡Qué alivio!".
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Una versión de este artículo también apareció en el periódico del 20 de junio de 2025 .
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