El caso Epstein crea grietas en el bloque MAGA, Elon Musk las abre aún más

Esta semana ha estallado una inusual rebelión dentro del movimiento Make America Great Again contra la administración Trump por su decisión de archivar definitivamente el caso judicial que rodea al delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Influencers trumpistas, que llevan años difundiendo teorías conspirativas disparatadas sobre Epstein en línea, lo califican de encubrimiento. Sus críticas al gobierno, expresadas principalmente a través de tuits, están siendo activamente alimentadas en X por el propietario de la plataforma, Elon Musk, ahora que quiere fundar su propio partido político.

El presidente claramente no aprecia todas las críticas, pero hasta ahora apenas ha logrado acallarlas. Al ser preguntado sobre el asunto durante una rueda de prensa el martes, respondió con irritación: "Están pasando tantas cosas. ¿Por qué la gente sigue hablando de este tipo, este cretino? Increíble".

Mientras tanto, el asunto ha llegado al corazón de su administración. El director del FBI, Kash Patel, y su subdirector, Dan Bongino —ambos exinfluencers del movimiento MAGA que participaron activamente en la difusión de las conspiraciones de Epstein— amenazan con dimitir si la fiscal general Pam Bondi no lo hace. La controvertida tuitera de extrema derecha Laura Loomer, a quien Trump ha invitado varias veces a la Casa Blanca para pedirle consejo, también pide la destitución de Bondi.

Fue el departamento de Bondi el que anunció el lunes que, tras una "investigación exhaustiva", junto con el FBI, no había descubierto ninguna conspiración en torno a la muerte de Epstein. El financiero y figura de la alta sociedad fue encontrado muerto en su celda de la cárcel de Nueva York en agosto de 2019. Acababa de ser encarcelado allí bajo sospecha de abusar de más de doscientas "masajistas" menores de edad durante años. Bondi publicó un video de casi once horas de una cámara de vigilancia de la cárcel que supuestamente demostraba que nadie pudo haber orquestado el suicidio de Epstein. Además, no había cómplices a los que procesar.

Lista de clientes

Trump hizo campaña presidencial el año pasado con la promesa de publicar la lista de clientes de Epstein. Al igual que otros miembros de su entorno, desde su compañero de fórmula J.D. Vance hasta su hijo mayor, Don Jr., alimentó con entusiasmo la teoría de que Epstein fue asesinado en su celda porque supuestamente quería publicar la lista de hombres poderosos para quienes organizó abusos sexuales a menores. Epstein presuntamente los filmó durante fiestas sexuales en sus casas de Nueva York, Florida y una isla privada del Caribe. El influyente podcaster y ex estrella de Fox News, Tucker Carlson, repitió esta semana la historia de que Epstein hizo todo esto como agente secreto de la agencia de inteligencia israelí, el Mossad.

Epstein sí tuvo muchos conocidos y amigos de alto rango durante su vida, desde miembros de la realeza británica hasta multimillonarios, incluyendo a Donald Trump. Estas excelentes conexiones también le permitieron ser tratado con excepcional indulgencia por las autoridades de Florida a principios de este siglo, cuando sus abusos sistemáticos fueron procesados allí.

Dentro del trumpismo, su muerte se convirtió en parte de décadas de teorías conspirativas de extrema derecha, en parte antisemitas. Altos demócratas, incluyendo a los Clinton, empresarios y estrellas de Hollywood, formaron una " camarilla " (red) de pedófilos de alto rango, adoradores del diablo y bebedores de sangre de bebés.

Bumerang

Ahora que incluso funcionarios de Trump se han visto obligados a reconocer la inexistencia de tal conspiración, la desconfianza hacia MAGA se está volviendo contra el gobierno. Se cuestiona la autenticidad del video de la puerta de la celda (porque fue editado torpemente y le falta un solo minuto). La novia del director del FBI, Patel, fue señalada como sospechosa (por ser mucho más joven y trabajar para un sitio web de noticias fundado por un exespía israelí). Por otro lado, usuarios de Twitter de izquierdas sugirieron que el propio Trump era cliente de Epstein y, por lo tanto, provocó la desaparición de su "lista".

Las ambiciones políticas de Musk

Esta semana, en los círculos trumpistas de X, la atención se centró en Epstein. Para el propietario, Elon Musk, la revuelta MAGA ofrece oportunidades. Desde que su alianza política con Trump se derrumbó estrepitosamente el mes pasado, ha podido centrarse durante unas semanas en sus numerosas empresas, que enfrentaban problemas de mantenimiento atrasado tras su estancia en Washington.

Esto último se hizo evidente varias veces esta semana. Por ejemplo, cuando su chatbot Grok experimentó alucinaciones antisemitas después de que Musk solicitara al protocolo de IA una "menos corrección política". Un día después, el alto ejecutivo de X, donde Grok está integrado, abandonó repentinamente la empresa. Mientras tanto, el precio de las acciones de Tesla sigue bajo presión debido a la caída de las ventas, especialmente en Europa. Solo SpaceX, la empresa favorita de Musk, está teniendo un buen desempeño gracias a su red de satélites Starlink, según una nueva oferta de acciones.

Sin embargo, Musk ya quiere volver a la política. Tras la aprobación del enorme presupuesto e impuestos de Trump por parte del Congreso la semana pasada, anunció la formación de su propio partido político, el America Party. No para presentarse como candidato a la presidencia (no puede hacerlo por ser sudafricano), sino para obligar finalmente a los políticos a adoptar una mayor disciplina fiscal y políticas aún más pro-tecnológicas.

Musk espera ganar varios escaños tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado en las próximas elecciones al Congreso de noviembre de 2026 donando millones a sus propios candidatos. Dado que demócratas y republicanos están obteniendo mayorías cada vez más estrechas en esas cámaras, los candidatos de Musk podrían obtener un voto decisivo.

Muchos estadounidenses llevan mucho tiempo diciendo que están hartos de sus dos partidos y que apoyan principalmente a la opción menos mala en las elecciones. Sin embargo, debido al sistema electoral estadounidense, los "terceros" partidos o candidatos rara vez llegan al poder. Además, construir una infraestructura partidista nacional es una gran tarea burocrática, y Musk podría enfrentarse a oposición legal, especialmente del partido de Trump. Los republicanos ya están perdiendo el dinero del hombre que donó 290 millones de dólares en su anterior ciclo electoral, pero ahora también deben temer que atraiga votantes.

Entre los leales a Trump, ya se escuchan voces que exigen que la aventura política de Musk se corte de raíz. El principal defensor de esta idea es el ex asesor de imagen Steve Bannon. Incluso cuando Musk y Trump aún eran amigos, criticó la influencia del empresario tecnológico en la nueva administración. Esto puso de manifiesto un conflicto de intereses entre el ala más nacionalista-populista del MAGA y el bando de los "hermanos" tecnológicos.

El viernes, en un evento juvenil de Trump, Bannon volvió a abogar por despojar a Musk de su ciudadanía estadounidense y deportarlo a Sudáfrica. Trump había dicho previamente: «Deberíamos investigar esto» y también insinuó que podría excluir a su excompañero de contratos gubernamentales, a pesar de que la NASA depende en gran medida de SpaceX, la compañía de cohetes de Musk.

Bannon, sin embargo, ahora ve oportunidades de venganza. El viernes, dijo que "mi único propósito en la vida es destruir a Musk". También recordó que, durante su acalorado enfrentamiento con Trump el mes pasado, el multimillonario se burló de que el presidente también apareciera en el expediente Epstein (un mensaje X que, por cierto, luego borró).

Riesgos para Trump

Desde que Musk tomó el control de lo que entonces era Twitter en otoño de 2022 y lo renombró X, se ha convertido en el centro neurálgico del movimiento MAGA. El hecho de que la maquinaria conspirativa de Epstein siga funcionando a toda máquina aquí dificulta aún más que Trump vuelva a meter al genio en la botella. El poder de Musk sobre la plataforma también hace que sea aún más arriesgado para el presidente enfrentarse al multimillonario tecnológico a través de sus intereses comerciales o su pasaporte estadounidense.

Musk mantiene vivo el descontento de Trump con Epstein con unos pocos tuits al día. Porque esta semana tuiteó: "¿Cómo pueden esperar que la gente confíe en Trump si no publica los archivos de Epstein?".