¡Ajá! Por eso a veces el frío sienta tan bien.
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¿Por qué una brisa fresca sienta tan bien en un día caluroso? Investigadores de la Universidad de Michigan tienen ahora una sorprendente respuesta científica.
Descubrieron una vía nerviosa independiente en nuestro cuerpo, diseñada específicamente para percibir el frío . Una especie de autopista interna que va de la piel al cerebro, con un amplificador inesperado en la médula espinal.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications , mapea por primera vez la vía completa de las señales de frío . Comienza en la piel, donde sensores de temperatura especiales pueden detectar pequeñas fluctuaciones entre 15 y 25 grados Celsius. Estos sensores envían señales a través de los nervios hasta la médula espinal. Allí, la señal de frío es amplificada por un grupo de células nerviosas, lo que le otorga la potencia suficiente para llegar al cerebro.
"Hasta ahora, conocíamos la existencia de estos termómetros en la piel, pero esta amplificación en la médula espinal era nueva para nosotros", afirma el investigador principal, Bo Duan. "Sin esta amplificación, la señal de frío no se transmite correctamente".
La investigación no solo proporciona información sobre cómo nuestro cuerpo registra la temperatura, sino que también tiene relevancia médica. Por ejemplo, una gran proporción de personas que se someten a quimioterapia experimentan dolor por el frío. Aunque este dolor surge por una vía distinta a la percepción normal del frío, los científicos esperan que este tipo de investigación fundamental les ayude a comprender mejor qué es lo que falla.
En última instancia, esto podría conducir a tratamientos más específicos que alivien el dolor sin alterar la percepción normal de la temperatura.
Según Duan, sigue siendo fascinante cómo el cuerpo no solo nos protege de condiciones extremas, sino que también puede asociar sensaciones positivas con el frío suave. Como la brisa fresca en la piel durante un paseo de verano . "Cuando camino por el lago Michigan en verano y el viento me roza la cara, siento una frescura maravillosa", dice Duan. "Pero en invierno... prefiero evitarlo".
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