El encantador pueblo de Asturias situado en un enclave privilegiado: un remanso de paz y un entorno increíble

En Asturias hay centenares de pequeños pueblos que quedan eclipsados por los grandes centros turísticos de la comunidad autónoma, como las ciudades de Oviedo o Gijón, así como por las localidades más visitadas de la región, como Cudillero, Lastres o Llanes. Precisamente, a muy poca distancia de este último municipio se encuentra una de esas villas que apenas conocen unos pocos pero que es una de las más mágicas de todo el Principado: se trata de Villahormes, situada a orillas del Cantábrico.
Situado a tan solo 14 kilómetros del centro de Llanes, en ese mismo concejo, este pueblo es uno de los mayores remansos de paz que se pueden visitar en todo el norte de España, y es que la tranquilidad se respira en todos y cada uno de los rincones de la localidad. Además, al estar al borde de las bravas aguas del Cantábrico, los parajes naturales que rodean a esta minúscula villa asturiana son absolutamente sublimes, y es que se entremezclan el mar y la montaña para crear unas estampas únicas que maravillan a todos los amantes del turismo rural.

Ubicado en la comarca de Oriente, esta pequeña parroquia asturiana cuenta con apenas un puñado de casas en su casco urbano, pero lo que realmente llama la atención de esta tranquila villa es la impresionante naturaleza que la rodea. Enclavado entre la montaña y el mar, el pueblo puede presumir de tener uno de los entornos más fascinantes de todo Asturias, especialmente en su parte costera, como ejemplifica la playa de La Huelga, un arenal magnífico conocido por muy pocos.
Eso sí, lo escarpado del litoral de Villahormes hacen de esta parte de la costa asturiana una auténtica maravilla. La joya de la corona no es otra que el impresionante Castro de las Gaviotas, un arco natural en medio del mar esculpido durante millones de años y que añade más encanto (si cabe) a este extraordinario lugar. Además, en los alrededores de la localidad se pueden recorrer fantásticas rutas de senderismo, lo que no hace más que afianzar a la parroquia como uno de los mejores destinos de toda España para conectar con la naturaleza y huir de la masificación.
El pueblo de Villahormes se ubica a tan solo 50 minutos por carretera de la ciudad de Gijón. Para ir desde la ciudad asturiana, tan solo hay que tomar la A-8 para, a escasos kilómetros del pueblo, tomar el desvío por la AS-379, que lleva directamente al casco urbano. Además, también cuenta con estación de tren, por lo que se puede llegar a él a través del transporte ferroviario.
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