España no es país para jóvenes

La generación Z, nacida entre 1997 y 2012, apenas cuenta con representación en las instituciones. La media de edad en el Congreso ronda los 48 años y son muy pocos los diputados menores de 30. Una situación similar se observa en los parlamentos autonómicos, según explica el profesor de escuela de negocios y divulgador Pablo Foncillas.
“Como padre de dos adolescentes, me preocupa. Las decisiones políticas se toman sin incluir a quienes vivirán más tiempo sus consecuencias”, comenta. A esto cabe añadir que los jóvenes representan solo el 10–12 % del censo: “Son pocos y los políticos, demasiado mayores para entenderlos bien”. La advertencia es clara: un país que no integra a sus jóvenes en la toma de decisiones corre el riesgo de hipotecar su propio futuro.
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