El crecimiento de España seguirá siendo extensivo los próximos años: dependencia del empleo y productividad estancada

La economía española experimentará una ligera desaceleración en su ritmo de crecimiento en los próximos años, pero todo el repunte del PIB se sustentará en el aumento del empleo, como ha ocurrido en los últimos ejercicios. Se trata de un modelo de crecimiento extensivo, basado en aumentar los factores de producción (en este caso, el empleo), y no intensivo, en el que las mejoras responden a incrementos de la productividad.
Así lo prevé la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que en su cuadro macroeconómico pronostica que el PIB crecerá de forma pareja al empleo los próximos años: el primero repuntará un 1,7% en 2026 por un 1,6% del empleo (medido de forma equivalente a tiempo completo); en 2027 crecerán ambos un 1,7%, en 2028 un 1,6% los dos y en 2029, un 1,5%.
Esto supone que la productividad por ocupado se mantendrá completamente estancada: 0,0% de crecimiento este año, el próximo y el siguiente, y una leve caída del 0,1% en 2028 que se recuperará en 2029.
Coincide con este pronóstico el Banco de España, que en sus últimas proyecciones macroeconómicas alertó de que "en relación con la productividad por ocupado, se espera un menor dinamismo en su ritmo de crecimiento en 2025", y que en 2026 y 2027 convergería a su promedio histórico. "La economía española continúa enfrentándose a importantes retos estructurales. La brecha de productividad respecto al promedio de la zona del euro, aunque se ha reducido en los últimos años, sigue siendo significativa", lamenta el supervisor.
Así, la gran asignatura pendiente de la economía española, que es el estancamiento de la Productividad Total de los Factores (PTF), en la que se incluye no sólo la productividad del trabajo sino también la del capital -que depende directamente de la evolución de la inversión-, seguirá siéndolo los próximos años. Al menos la primera de ellas, en la que no se esperan mejoras.
"La productividad por ocupado en España, según los datos de Eurostat, se sitúa a comienzos de 2025 en valores ligeramente inferiores a los de 2019, de forma que prácticamente no se ha registrado un crecimiento de esta variable en el conjunto de los últimos cinco años. En el área del euro el desempeño de la productividad por ocupado tampoco ha sido favorable, pero sí se ha registrado un ligero crecimiento en el período", explica la institución que preside Cristina Herrero en su Informe de Ejecución Presupuestaria.
En la década de 2006 a 2015, la productividad por ocupado en España creció un 1,1%, pero después registró una caída del 1,3% en promedio entre 2016 y 2020.
Distinto es el comportamiento de la productividad por hora trabajada, que sí ha tenido mejor desempeño por la caída que se ha producido en el número de horas trabajadas, lo que se explica principalmente por "el mayor número de trabajadores ausentes por enfermedad y vacaciones".
Diferencias por sectoresAunque la productividad en España apenas ha crecido en el último lustro -en 2024 registró un avance del 0,7%, pero este año ya va a volver al 0%-, se dan importantes diferencias por sectores. Áreas de actividad que tradicionalmente han sido poco productivas han mejorado, como es el caso del comercio, el transporte y la hostelería, en línea con la mejora experimentada en la industria manufacturera o, en menor medida, en actividades profesionales, científicas y técnicas.
Sin embargo, los segmentos en los que la productividad ha caído son aquellos en los que predomina el empleo público: como las Administraciones Públicas, la educación y la sanidad, recoge la AIReF, junto con la construcción.
"Esta evolución no evidencia que se estén produciendo cambios significativos en la estructura sectorial hacia actividades con mayor productividad", lamenta la Autoridad, algo en lo que cree que influyen fenómenos demográficos como la inmigración.
España está creciendo gracias al empleo y el empleo está creciendo gracias a la inmigración -sólo un 32% del total del empleo creado desde 2019 ha sido de españoles, según la EPA-, con lo que influye mucho en la evolución de la productividad lo productivos que sean los empleos que ocupan los extranjeros.
En este sentido, la AIReF señala que "el crecimiento de los ocupados extranjeros y de doble nacionalidad ha sido más intenso en secciones con una caída acusada de la productividad como información y comunicaciones o construcción, sección en la que, además, los ocupados extranjeros tienen un mayor peso sobre el empleo total. De igual modo, el empleo extranjero también tiene un mayor peso en secciones como actividades artísticas, recreativas y otros servicios, (que incluye empleados del hogar) o agricultura, con un crecimiento muy limitado de la productividad. Esta distribución del empleo extranjero indicaría que la entrada de trabajadores extranjeros no habría sido, hasta el momento, un elemento determinante de impulso de la productividad", concluyen.
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