Navratilova vs Trump: "Hoy no iría a vivir a Estados Unidos porque no es una democracia"

Una vida de película tuvo como protagonista a Martina Navratilova desde que hace 50 años decidió dejar definitivamente atrás el régimen comunista checoslovaco para transformarse en ciudadana estadounidense.

Mucho sucedió desde aquella jugadora que pasó de haber llegado a sus primeras dos finales de Grand Slam cuando todavía era una estudiante del bachillerato de 18 años hasta quien se convirtió en una de las máximas campeonas de todos los tiempos.

Fue símbolo también de varias luchas, más allá del tenis. Ahora, quien obtuvo 57 de sus 59 Grand Slams bajo la bandera estadounidense le acaba de decir a la cadena británica BBC que tiene miedo de que su propio país “no me deje entrar”. ¿Por qué? Porque “no soy leal a Donald Trump”, disparó.

“Si ahora siguiera en la misma situación y tuviera que irme a vivir a algún sitio, no sería Estados Unidos porque no es una democracia”, afirmó al recordar el momento de su vida en el que dejó Revnice, en la actual Chequia, para dejar allí a unos padres a los que “nunca supe cuando volvería a ver o si volvería a verlos”, contó.

Aunque cuenta con la doble nacionalidad, Navratilova tiene su residencia en Estados Unidos donde vive junto con su esposa, la modelo Julia Lemigova. Por estar justamente siempre del lado de la libre elección sexual, también se enfrentó con Trump quien desde antes de su asunción ya había consolidado su ofensiva contra el colectivo LGTBIQ+.

Su voz se sumó así a las de compatriotas como Magic Johnson, Billie Jean King, Thomas Booker, Steve Kerr, Doc Rivers, Dawn Staley, Ali Krieger, Candace Parker, Ali Truwit o Chris Paul, todos en contra del gobierno republicano y de una política a la que Navratilova busca enfrentar.