La trascendencia de Pedri

El mejor ocho del mundo también fue el mejor del partido. Todo lo bueno que se generó en la primera parte desde posiciones interiores salió de sus botas (dos pases clave), y su segunda mitad fue fantástica. Empezando por el disparo del primer gol del Barça, siguiendo por el criterio en la distribución (144 intervenciones y 118 pases buenos) y acabando por el trabajo y por los recursos técnicos que se sacó de la chistera. Destacar también el movimiento táctico final de Flick, que quemó las naves con un claro 3-3-4 con una punta de lanza compartida por Ferran Torres y Lewandowski. Así llegó el premio del 2-3.
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