Novelas bestiales

Entre las novelas protagonizadas por animales destaca sin duda Animal Farm (1945, Rebelión en la granja ) de George Orwell, que enlaza con la tradición de las fábulas clásicas para reflejar la naturaleza humana. Más audaz fue, medio siglo más tarde, el dramaturgo francolibanés Wajdi Mouawad en la novela Anima (2012), donde nos enteramos de todo a través del relato testimonial de un montón de animales (insectos incluidos) identificados por el autor con su nombre científico. Una técnica deslumbrante que ofrece múltiples perspectivas sobre los hechos.

Joan-Lluís Lluís
Ana Jiménez / PropiasAhora que Mijaíl Bulgákov ha llegado al Teatre Lliure de Montjuïc, con la versión de El Mestre i Margarita que dirige Àlex Rigola, conviene recordar que Bulgákov publicó en 1925 Corazón de perro (traducida al catalán por Josep Maria de Sagarra i Àngel, nieto del poeta homónimo), una sátira sobre la sociedad soviética protagonizada por un perro callejero, el Sharik, que nos cuenta su vida hasta que un científico lo transforma en hombre.
Ha habido muchos perros narradores. ¿Quién no recuerda las reflexiones de Mr. Bones, en Timbuktu (1999) de Paul Auster? Es más difícil encontrar narradores de otras especies animales. Tom Sharpe confesaba haber sido captado para la causa lectora por Decline and Fall (1928), la primera novela de Evelyn Waugh, donde hace hablar a un cuervo. Y en una parodia hilarante de François Caradec titulada La Vie secrète de Salvador Dalí racontée par lui-même (1973), el biógrafo de Raymond Roussel se permite incluir pasajes narrados por una mosca.
La última novela de Joan-Lluís Lluís, ‘Una cançó de pluja’, es un espejo deformadoJoan-Lluís Lluís, que en El dia de l’ós (2004) ya había incorporado un plantígrado pirenaico en su recreación literaria de la fiesta del oso del Vallespir, va más allá en Una cançó de pluja (Club Editor, 2025). Aquí ajusta la narración a la perspectiva de una orangutana llamada Ella-Calla, que escapa de un barco que transportaba un grupo de primates cazados.
Es una novela versicular organizada en capítulos breves, que nos sumerge en la experiencia personal de la orangutana fugitiva mientras regresa a la selva de Borneo, un viaje inicialmente inspirado en el periplo homérico de Ulises. La palabra orangután proviene del malayo: orang (hombre) y hûtan (selva). Pronto nos vemos inmersos en una mitología excéntrica inventada para esta especie de primates homínidos, que resuena como un eco de los tiempos ancestrales de la humanidad.
Lee tambiénHasta que irrumpen los veros humanos, rapando (de rapar y to rape ) a la hembra para prostituirla en un rústico burdel —y de nuevo, todo nos llega a través de Ella-Calla. La criatura afeitada, sometida a los embates de borrachos y atada como en una fantasía masoquista zoofílica, actúa como espejo deformado que refleja el lado más execrable de la naturaleza humana.
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