Mario Casas protagoniza un drama romántico donde el amor atraviesa el tiempo
La literatura de Elia Barceló es muy cambiante. Algunas de sus novelas sumergen al lector en la noche más negra. Otras lo iluminan con historias de amor. Pero los libros de Barceló siempre tienen un punto en común: son muy entretenidos y se leen de un tirón.
Ahora Olga Osorio ha llevado una de las novelas de Barceló al cine. Una de sus historias luminosas, El secreto del orfebre , que narra el amor incombustible entre Juan Pablo y Celia, una pasión que atraviesa el tiempo.
La película se rodó en dos pueblos de La Rioja alavesa, uno de ellos es Elciego, una auténtica deliciaLa cinta arranca en la Barcelona de 1999 donde Juan Pablo trabaja como orfebre de joyería, aunque va a cerrar su negocio para trasladarse a Nueva York. El hombre recuerda que en su juventud pasó un verano en el pueblo de sus abuelos y allí se enamoró perdidamente de una mujer mayor que él, Celia.
Una imagen de 'El secreto del orfebre'
Juan Pablo sintió que Celia ya le conocía de antes y que era su alma gemela, pero la relación se rompió, el chico regresó a Barcelona y nunca más supo de ella. Ahora, antes de cruzar el charco, está decidido a encontrarla para tratar de arreglar las cosas. Así que regresa al pueblo antes de volar a Estados Unidos.
Cuando llega al lugar nota algo extraño... Juan Pablo salió de Barcelona en 1999, pero parece que el sitio al que ha llegado se ha quedado anclado en 1953. Ese salto en el tiempo lo muestra Osorio con un vestuario y maquillaje de los años 50 impecables.
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El reparto es otra de las bazas con que cuenta la película. Mario Casas interpreta a Juan Pablo de adulto y Enzo Oliver da vida al mismo personaje en su juventud. Ambos actores estuvieron trabajando juntos la composición del personaje. Y lo mismo ocurre con las chicas, con las Celias . Michelle Jenner es Celia de mayor, enamorada del joven Juan Pablo, y Zoe Bonafonte es una Celia muy jovencita que bebe los vientos por el Juan Pablo adulto.
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Además, El secreto del orfebre cuenta con unos paisajes maravillosos. La película se rodó en dos pequeños pueblos de La Rioja alavesa. Uno de ellos es Elciego, cerca de Logroño. Sus calles y parques y los viñedos del entorno son una delicia que invitan al espectador a desear darse una vuelta por el lugar nada más salir del cine.
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