Inauguran Casa Villa Antequera con Vanguardia oaxaqueña del siglo XX

Inauguran Casa Villa Antequera con Vanguardia oaxaqueña del siglo XX
A esta exposición se suman otras dos en la nueva sede de Fomento Cultural Banamex
Merry Macmasters
Periódico La JornadaLunes 25 de agosto de 2025, p. 5
La Casa Villa Antequera es la nueva sede de Fomento Cultural Banamex en la ciudad de Oaxaca, donde se abrieron tres exposiciones representativas de sus programas e intereses: El México de los mexicanos III, Grandes maestros del arte popular de Oaxaca y Vanguardia oaxaqueña del siglo XX. Esta última se ubica en un reducido espacio llamado Bóveda y, como su nombre lo indica, presenta joyas pictóricas resguardadas por la institución financiera.
El inmueble virreinal, cuya historia se remonta a 1529, fue inaugurado como sucursal del banco en 1896, cuatro años después de la fundación de Banamex. Fue la octava en dar servicios bancarios en el país.
Vanguardia oaxaqueña del siglo XX comprende obras de Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Rodolfo Nieto, Rodolfo Morales y Sergio Hernández, propiedad del banco. De Tamayo (1899-1991) se exhibe el óleo Pátzcuaro (1921), pieza temprana en su producción, hecha durante un viaje al poblado michoacano, descrita como “obra neoimpresionista o puntillista en la que conforma la imagen con pequeños trazos cromáticos”.
Toledo (1940-2019) está presente con Bicicleta de los arquitectos (Bicicleta oaxaqueña), de 1998, realizada con óleo y polvo de mármol. Sus figuras “dan ritmo y movimiento a las composición”, a la vez que invitan a “observar míticamente los objetos”, ya que para el artista con “fuertes raíces juchitecas la mesa, el árbol, el zapato, el chapulín, la bicicleta o el hombre tienen la misma categoría anímica. No sólo un sentido pictórico”.
De “espíritu rebelde”, Nieto (1936-1985), en vez de estudiar una carrera formal, “eligió a Carlos Orozco Romero y Santos Balmori como sus maestros y estrechó una fuerte amistad con Juan Soriano”. En 1959 viajó a París, donde permaneció una década, y descubrió que la literatura fantástica tendría una gran influencia en su lenguaje artístico”.
De Rodolfo Morales (1925-2001), nacido en Ocotlán de Morelos, se muestran dos piezas de la serie Columna de mercado (2000), realizadas al óleo montado sobre tela montada. Hechas al final de su vida, se trata de formas “más esquemáticas y lúdicas que en su trabajo anterior, aunque conservan el mismo universo creativo en el que lo feminimo es razón de vida, fuerza creadora y columna vertebral de la sociedad”.
El más joven del grupo de expositores es Sergio Hernández (1957), oriundo de Huajuapan de León. En su tríptico Insectario (2006), hecho con óleo y arenas sobre lino, captura “el colorido y el movimiento de los insectos amorfos e ilimitados que cambian según la luz reflejada de la sala”.
Insectario es la obra favorita de Soledad María Martínez Venegas, guardia de seguridad patrimonial encargada de resguardar Bóveda, a quien le gusta el arte. “Ésta obra me encantó porque cada uno de los insectos tiene su propia expresión, movimiento y vestuario”.
Soledad María Martínez ya analizó cada figura del conjunto. Los pares de ojos empleados por Hernández le recuerdan el programa infantil Burbujas, en que “había un sapo con la misma expresión”. Señala una cucaracha con zapatillas, de cuyos ojos salen lágrimas. ¿Será por el peso de la figura que tiene encima que ya no aguanta?
Las tres exposiciones permanecerán hasta marzo de 2026 en Casa Villa Antequera (Armenta y López 106, Oaxaca).
jornada