Hoy, Bastian Rosales ofrece concierto en Bellas Artes

Hoy, Bastian Rosales ofrece concierto en Bellas Artes
El guitarrista de 12 años navega entre los mundos sonoros clásicos y flamencos
▲ El joven músico Bastian Rosales, en el Parque del Retiro, en Madrid, España.Foto cortesía Iván A. Rosales
Daniel López Aguilar
Periódico La JornadaDomingo 10 de agosto de 2025, p. 4
Antes de los 4 años, Bastian Rosales (Ciudad de México, 2012) ya acariciaba una guitarra. No lo recuerda con claridad, pero hay videos que lo muestran tocando junto a su padre, quien le construyó ese primer puente entre el juego y el arte.
Desde entonces, su vida ha sido un viaje minucioso por las cuerdas, sostenido por la curiosidad, la disciplina y una sensibilidad que le permite habitar dos mundos sonoros distintos: la guitarra clásica y la flamenca.
Rosales ofrecerá hoy un concierto en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde interpretará obras de Vivaldi, Mauro Giuliani, Barrios Mangoré y Mathias Duplessy, además de rendir homenaje a Paco de Lucía con cuatro piezas, para cerrar con una bulería de Moraíto Chico.
En la parte clásica lo acompañará una orquesta de cámara integrada por 10 músicos; en la flamenca, se unirán Raúl Mandujano, Héctor Aguilar y Liz Aguilar.
Ha sido un camino largo, pero no lo he sentido tan pesado
, comentó desde España, donde recientemente obtuvo el primer lugar en un concurso internacional en la categoría hasta 16 años.
Reconoció que su desarrollo ha sido gradual: primero en casas de cultura, luego museos, después auditorios como el Blas Galindo y el Palacio de Minería. Ahora, en el máximo recinto cultural de México.
A los 8 años ya interpretaba obras completas de Paco de Lucía y participaba en retos en línea que exigían precisión y velocidad. Pronto dejó atrás el repertorio infantil y se adentró en piezas de exigencia técnica y profundidad expresiva.
El hecho de que pueda tocar piezas que se consideran muy difíciles técnicamente tanto en clásico como en flamenco es lo que hace que las personas conocedoras de la música me consideren un prodigio
, indicó.
Actualmente estudia en la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México con el maestro Juan Carlos Laguna, además de tomar clases particulares con Mauro Zanatta, guitarrista italiano de reconocimiento internacional.
Recibe formación en solfeo, historia de la música y coro, lo que le ha permitido mejorar la lectura de partituras, comprender mejor las intenciones de los compositores y enriquecer su interpretación.
Cuando es posible, me gusta repasar las piezas como si fuera la primera vez que las toco, para revisar todas las correcciones que me han hecho mis maestros
, añadió en entrevista con La Jornada.
“De mi repertorio clásico, una de las piezas que más disfruto es Oulan Bator, de Mathias Duplessy, por su riqueza técnica y su hibridación con elementos flamencos. La primera vez que la escuché, me encantó. Aunque no tenía el nivel, estuve trabajando en ella más de un año.
“En el ámbito flamenco, mi favorita es Buleriando, de Moraíto Chico. Es uno de los palos más difíciles por la velocidad y porque hay que seguir el compás de manera correcta para que todos los músicos no se salgan de tiempo.”
Para Bastian Rosales, clásico y flamenco son lenguajes distintos, casi como ser bilingüe.
La guitarra clásica se toca con una postura distinta, se eleva con un banquito o una prótesis. En cambio, el flamenco se apoya sobre la pierna derecha y el ritmo no se puede perder. En el clásico, las partituras traen más indicaciones sobre la intención del compositor, lo que obliga a interpretar con ciertas reglas
, subrayó.
A veces repasa las piezas frente a públicos improvisados: en ferias de guitarras, tiendas especializadas o incluso en la calle. “Tocar frente a desconocidos también es parte del ensayo. Me ayuda a saber dónde debo hacer pausas, cuánto me agoto.
La música me ha dado más que premios. He podido viajar, conocer mucha gente y compartir lo que toco. Algunas personas me han dicho que se han conmovido con mis interpretaciones. Escuchar el aplauso del espectador y ver que terminan de pie ha sido muy importante para mí.
Cuando se le pregunta si le interesa la fama, responde que sí, pero sólo si eso le permite ingresar a escuelas de música de renombre.
No sé bien cómo explicarlo, pero siento muchas cosas, y depende de la obra. Si es tranquila, me relajo; pero si es intensa o agresiva, pienso en algo que me asuste, como escenas de terror, para tocarla con más fuerza y energía.
Con 40 premios obtenidos tanto en México como fuera del país, Bastian Rosales sigue siendo un niño que estudia, juega videojuegos con sus hermanas y anima a otros a acercarse a la música. “Aunque no piensen dedicarse a eso, es algo que los va a acompañar toda la vida y los hará más felices.
En mi próximo concierto en territorio nacional, quiero transmitir mi gusto por la música y la forma en que entiendo cada obra. Al final, es mi personalidad lo que da un sello distinto a la interpretación, y eso es lo que comparto en el escenario.
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