Eusebio Poncela, un vallecano culto, salvaje y bellísimo al que el cine no pudo domesticar

"¿El Cine? Yo me cago en el Cine. En definitiva, no es a mí a quien le gusta el Cine, sino al Cine a quien le gusto yo." Estas líneas de diálogo, resuenan como un eco amplificado desde 1979 en Arrebato, donde Eusebio Poncela interpreta a Jose Sirgado, alter ego de Iván Zulueta y cómplice insustituible de esta película, que también es un testamento y otras muchas cosas. Yo creo que el Cine no supo domesticar a este vallecano culto, salvaje y bellísimo, de padre pepublicano, construido en el teatro, las artes plásticas y el erte.
Tampoco supo aprovechar su torrente de energía, salvo en contadas ocasiones: con Eloy De la Iglesia en esa sofisticada representación de una modernidad a punto de estallar en el Franquismo, en La semana del asesino (1972), su sexualidad turbadora con Pedro Almodóvar en Matador (1986) y La ley del deseo (1987). El Dante de Adolfo Aristarain en Martín (Hache) (1997) le rescató para mi generación, que era un poco la de los que renegaban del Cine de por aquí y nos hizo tomar conciencia de que era un actor desaprovechado o que no habíamos sabido ver, o que de tan inclasificable, había todo un Cosmos en él.
En 2001 nos regaló a Juan Carlos Fresnadillo y a mí su amistad y a Federico, ese protagonista en Intacto (2001), al que la suerte se le escapa entre los dedos, que le valió su primera y única Nominación a un Goya. Aún recuerdo verle abandonar el IFEMA a mitad de ceremonia, como un Príncipe destronado, enfundado en un traje oscuro, silencioso y sabedor de que esa no era su fiesta.
Escucharéis muchas cosas de Eusebio estos días, pero ninguna será mentira, ni verdad, ni medias mentiras o verdades. Incluso cuando se desnudaba como lo hizo, interpretándose a sí mismo, en la película de Marta Medina y mía El último arrebato, alternaba esa desconfianza innata en él, con esa mirada azul profunda y eterna del que ha vuelto de muchas vidas y ha estado en muchos sitios. Solo se una cosa de él realmente, odiaba la impostura y el postureo.
El ultimo gran regalo que nos hizo y que recordaré siempre.Enrique López Lavigne es productor y codirector, junto a Marta Medina, de 'El último arrebato', la última película de Eusebio Poncela que se estrenará en el festival de San Sebastián
elmundo