IA vs. tu trabajo: estos son los 10 empleos que se revalorizarán y los 10 que se irán a pique

¿Quién imaginaba hace apenas un lustro que una conversación con un asistente virtual podría poner en jaque —o catapultar— carreras enteras? La irrupción de la IA generativa ya está en los ordenadores de miles de trabajadores, pero puede que sean precisamente los que no trabajan con ella los que están más a salvo del cambio laboral que puede alumbrar.
Como en la Revolución Industrial, donde las máquinas de vapor redibujaron el mapa económico, hoy la IA amenaza con trazar nuevas fronteras entre la relevancia y la obsolescencia profesional. El último estudio de Microsoft Research, basado en cientos de miles de interacciones reales con Bing Copilot, es un mapa de calor del futuro inmediato del empleo: revela quién tiene el viento de la IA a favor… y quién navega directo hacia aguas turbulentas.
Aquí desglosamos las diez profesiones mejor posicionadas para prosperar en esta nueva era y las diez que, si nada cambia, podrían ver su demanda desplomarse.
Las 10 profesiones con más viento a favor gracias a la IASegún el índice de aplicabilidad de la IA del estudio, estas ocupaciones presentan la mayor convergencia entre las actividades que realizan y las que la IA puede ejecutar o asistir con éxito.
- Intérpretes y traductores: Casi todo su trabajo (98 %) coincide con tareas que Copilot ejecuta bien: interpretación de lenguaje, elaboración de textos y consulta de información cultural.
- Historiadores: La investigación documental y el análisis de fuentes son un terreno fértil para la IA.
- Auxiliares de pasajeros: Alta carga de comunicación y atención al cliente, reforzada por la IA en la entrega de información.
- Representantes de ventas de servicios: La IA apoya en la gestión de datos de clientes y argumentarios de venta.
- Escritores y autores: Desde borradores hasta revisiones, la IA se convierte en coautora.
- Representantes de atención al cliente: Guiones, resolución de incidencias y soporte informativo automatizados.
- Programadores de herramientas CNC: La IA facilita documentación técnica y resolución de problemas.
- Operadores telefónicos: Asistencia en la gestión y derivación de llamadas.
- Agentes de billetes y de viajes: Soporte en información logística y de destinos.
- Locutores de radio y presentadores: Preparación de guiones e información de actualidad optimizada por IA.
En el otro extremo, el estudio identifica empleos cuyo núcleo de tareas tiene escasa coincidencia con las capacidades actuales de la IA generativa, sobre todo por su alto componente físico o manual.
- Flebótomos: Extracción de sangre y trato físico directo no replicable por IA.
- Auxiliares de enfermería: Atención física y cuidados personales fuera del alcance digital.
- Trabajadores de retirada de materiales peligrosos: Manipulación manual y medidas de seguridad especializadas.
- Ayudantes de pintores y yeseros: Trabajo manual sin equivalencia virtual.
- Embalmadores: Práctica altamente especializada y física.
- Operadores de planta y sistemas: Control y mantenimiento in situ de instalaciones.
- Cirujanos maxilofaciales: Procedimientos médicos quirúrgicos imposibles de automatizar con IA conversacional.
- Instaladores y reparadores de cristales de automóviles: Tarea manual y artesanal.
- Ingenieros navales: Operación física y supervisión directa de sistemas mecánicos.
- Reparadores y cambiadores de neumáticos: Ejecución manual no sustituible por software.
El patrón es claro: la IA se cuela allí donde el trabajo es esencialmente cognitivo, repetitivo en su estructura y dependiente de la información. Los oficios que requieren manipulación física, presencia constante o habilidades manuales finas permanecen, por ahora, fuera de su alcance. Sin embargo, esto no significa que estén blindados; la automatización robótica podría, a medio plazo, ampliar el alcance de la disrupción.
La zona gris: ocupaciones híbridasEntre los extremos, existe un amplio espectro de trabajos que combinan componentes físicos y cognitivos. Profesiones como la enseñanza, el periodismo o la gestión empresarial se benefician de la IA en ciertas facetas —redacción, análisis, comunicación—, pero dependen aún de la interacción humana, el juicio contextual y la creatividad no rutinaria.
La fotografía que ofrece este estudio es una instantánea de 2024. La evolución de la IA es tan acelerada que la lista podría cambiar radicalmente en cinco años.
El gran interrogante no es solo qué profesiones sobrevivirán, sino cómo se transformarán. La historia demuestra que las tecnologías que parecen amenazantes también generan oficios nuevos. El reto para trabajadores y empresas será identificar esas oportunidades antes de que la ola les pase por encima.
eleconomista