IA contra el cáncer: la revolución de Google llega a humanos

Una nueva era en la medicina ha comenzado. Isomorphic Labs, una subsidiaria de Google, se prepara para iniciar los primeros ensayos clínicos en humanos de fármacos contra el cáncer diseñados íntegramente por inteligencia artificial. Este hito podría reducir drásticamente los tiempos y costes del desarrollo de nuevos tratamientos, ofreciendo una nueva esperanza en la lucha contra enfermedades devastadoras.
La promesa de la inteligencia artificial de transformar radicalmente la medicina está dando un paso de gigante desde la teoría a la práctica. Isomorphic Labs, una compañía farmacéutica propiedad de Alphabet (la empresa matriz de Google), ha anunciado que se encuentra «muy cerca» de comenzar los primeros ensayos clínicos en humanos con fármacos diseñados completamente por IA, con un enfoque inicial en la oncología. Este avance representa un momento crucial, no solo para la empresa, sino para el futuro de cómo se descubren, desarrollan y administran los medicamentos en todo el mundo.
En el corazón de esta revolución se encuentra AlphaFold, un sistema de IA desarrollado por Google DeepMind que logró una hazaña científica histórica: predecir con una precisión asombrosa la estructura tridimensional de las proteínas. Entender la forma de una proteína es fundamental para diseñar fármacos que puedan interactuar con ella de manera efectiva, un proceso que tradicionalmente ha sido uno de los mayores cuellos de botella en la investigación médica.
La versión más reciente, AlphaFold 3, va un paso más allá, modelando no solo proteínas, sino también sus interacciones con otras moléculas como el ADN y posibles fármacos. Esto permite a los científicos simular virtualmente cómo se comportará un medicamento en el cuerpo humano antes incluso de sintetizarlo en un laboratorio, acelerando drásticamente el proceso. Como lo expresó Colin Murdoch, presidente de Isomorphic Labs: «Un día, podremos decir: aquí hay una enfermedad, y con solo presionar un botón, generar un diseño preciso para un nuevo fármaco».
El desarrollo de un nuevo medicamento es un proceso notoriamente largo, costoso y arriesgado. De media, se necesitan más de 10 años y miles de millones de dólares para llevar un tratamiento desde el laboratorio hasta el paciente, con una tasa de éxito en los ensayos clínicos que apenas alcanza el 10%.
La IA promete cambiar este paradigma. Se estima que su aplicación podría reducir los plazos y costes del descubrimiento de fármacos entre un 25% y un 50% en las fases preclínicas. Lo que antes requería años de investigación en laboratorios, ahora podría comprimirse en meses o incluso semanas, permitiendo a los científicos probar miles de candidatos a fármacos de forma virtual y seleccionar solo los más prometedores para las pruebas físicas.
«El objetivo es acelerar el proceso, reducir drásticamente su coste y, lo más importante, mejorar las probabilidades de que el resultado realmente funcione.» – Colin Murdoch, Presidente de Isomorphic Labs.
Isomorphic Labs ha confirmado que sus primeros candidatos a fármacos que entrarán en ensayos clínicos están en los campos de la oncología (cáncer) y la inmunología. La elección de la oncología es especialmente significativa, dado que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo, con casi 10 millones de fallecimientos registrados en 2022 según la OMS.
Aunque la compañía no ha especificado los tipos de cáncer que se abordarán en estos primeros ensayos, el potencial de la IA para diseñar tratamientos más específicos y con menos efectos secundarios es una de las mayores esperanzas en este campo. El inicio de las pruebas en humanos, para las cuales la empresa ya está reclutando personal, es el paso definitivo para validar si la promesa de la IA se traduce en resultados clínicos seguros y eficaces en pacientes reales.
El compromiso de Alphabet con esta visión es innegable. Isomorphic Labs ya ha cerrado acuerdos de colaboración con gigantes farmacéuticos como Novartis y Eli Lilly por valor de casi 3.000 millones de dólares y, en abril de 2025, recaudó 600 millones de dólares en su primera ronda de financiación externa.
Este movimiento no es aislado. Se estima que la inversión global en IA para el descubrimiento de fármacos alcanzará los 3.000 millones de dólares en 2025. Empresas como Novo Nordisk también están invirtiendo miles de millones en alianzas similares, reconociendo que la IA ya no es una herramienta futurista, sino una necesidad competitiva.
El camino aún es largo y los resultados de estos primeros ensayos serán examinados con lupa por la comunidad científica y los organismos reguladores. Sin embargo, el simple hecho de que fármacos concebidos en la «mente» de una IA estén a punto de ser administrados a pacientes humanos marca el comienzo de una nueva era. Estamos asistiendo al nacimiento de una medicina donde las mentes de silicio y los corazones humanos colaboran para resolver los problemas más antiguos de las formas más nuevas.
La Verdad Yucatán