Roma, Unidad Móvil Consulcesi-Fimmg ha realizado más de 1.200 intervenciones en 6 meses.

La mayoría de los italianos que acuden a la unidad móvil "Salud e Inclusión", un servicio ofrecido por la Fundación Consulcesi en colaboración con la Federación de Médicos Generales (FIMMG) del Lacio, tienen alrededor de 50 años. Este centro sanitario local, con sede en Roma, confirma su papel fundamental para abordar las dificultades de acceso a la atención médica, según datos recientes de Istat y Cáritas, registrando más de 1100 visitas en el primer semestre de 2025, lo que se tradujo en 1262 intervenciones gratuitas para los segmentos más vulnerables de la población. Un comunicado indica que el servicio está operativo en tres zonas críticas de la capital (Estación Ostiense, Estación Tuscolana y Piazza Santi Apostoli) y sirve como punto de referencia para las personas que se encuentran prácticamente excluidas del sistema sanitario.
Desde un punto de vista demográfico, el perfil típico del paciente es masculino, de alrededor de 50 años. Los hombres representan más del 80 % de los ingresos (1048), seguidos de las mujeres (163) y, en gran medida, las personas transgénero, quienes, con 51 ingresos, encuentran en la Unidad Móvil un lugar seguro y sin prejuicios para recibir atención. Un dato particularmente interesante se refiere a la nacionalidad de los pacientes. «Por primera vez desde la activación del servicio —afirma—, los ciudadanos italianos representan la mayoría relativa de los pacientes: con 389 ingresos, superan a los ciudadanos extranjeros. Les siguen las personas de Rumanía, Ucrania, Marruecos, Tanzania y Argelia». Esta evolución, según los operadores, indica una creciente necesidad de asistencia incluso entre las personas no migrantes, a menudo afectadas por la vulnerabilidad económica o las barreras para acceder al sistema nacional de salud.
Desde un punto de vista logístico, la ubicación con más solicitudes a la Unidad Móvil fue la Estación Ostiense, con 720 accesos, según la nota, seguida de la Estación Tuscolana (310) y la Piazza Santi Apostoli (232). La distribución temporal fue regular, con un pico en mayo (230 accesos) y cifras constantes entre enero y abril (entre 199 y 215 accesos al mes).
«Estas cifras no solo reflejan una consulta médica, sino una necesidad real y creciente de proximidad, escucha y atención médica», afirma Alessandro Alcione, médico y coordinador del proyecto. «Nos enfrentamos a un sistema de bienestar que, en sus fisuras, deja expuestas a las personas más vulnerables. La Unidad Móvil atiende esta necesidad con humanidad, rapidez y continuidad. Esto también se debe a que muchas personas no tienen acceso a un médico de cabecera por razones burocráticas: falta de residencia, permiso de residencia o empadronamiento fuera de la región».
La accesibilidad, la confianza forjada a lo largo del tiempo y el apoyo de una red de voluntarios y personal hacen de este proyecto un referente para quienes viven en la marginación. Es un servicio que, ante todo, es humano y médico. «Con este proyecto», comenta Simone Colombati, presidente de la Fundación Consulcesi, «seguimos aportando una idea concreta de atención sanitaria solidaria a la comunidad. Queremos que nadie se quede atrás, especialmente en un contexto como el actual, donde la fragilidad no es solo social o económica, sino también cultural y sanitaria. Los resultados confirman que vamos por buen camino».
En los próximos meses, concluye el comunicado, la Unidad Móvil Consulcesi-Fimmg seguirá operando regularmente, intensificando sus esfuerzos para llegar y apoyar a aquellos que, con demasiada frecuencia, permanecen invisibles.
Adnkronos International (AKI)