Luigi Sbarra, de la CISL al gobierno de Meloni contra Landini: el triste final de un sindicalista

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Luigi Sbarra, de la CISL al gobierno de Meloni contra Landini: el triste final de un sindicalista

Luigi Sbarra, de la CISL al gobierno de Meloni contra Landini: el triste final de un sindicalista

El caso del ex sindicalista

Nunca antes se había visto a un líder sindical cambiar de bando tan repentinamente. Ahora será difícil para la Cisl recuperar una posición digna.

Foto Roberto Monaldo / LaPresse
Foto Roberto Monaldo / LaPresse

El verdadero sueño de la derecha en el poder es siempre el mismo: un país sin sindicatos. O, alternativamente, un país donde los sindicatos sean una expresión del gobierno y el poder. Es decir, no solo de los partidos mayoritarios, sino en general del establishment y la burguesía. Siempre ha sido así. De hecho, siempre ha sido así, incluso en los regímenes comunistas. El enemigo más insidioso de la Polonia de Gomulka , pero también de la Rusia de Brézhnev , fue un tal Lech Walesa , el sindicalista que llevó el conflicto a las fábricas de Danzig y sumió al régimen en una crisis.

Así es. A los regímenes no les gustan los sindicatos independientes. Es decir, aquellos que representan a los trabajadores y no a intereses políticos. La derecha italiana, hoy en día, tiene un enemigo más enemigo que todos. Se llama Maurizio Landini y contra él cualquier medio es bueno: campañas periodísticas, ataques políticos, bloqueo de contratos, confrontación frontal. Hay muchas herramientas para combatir a un sindicato confrontativo. Una de ellas es absorber a otro sindicato que acepte someterse al poder y luego luche contra los sindicatos obreros. Esto es lo que hizo el gobierno de Meloni. Conquistó al secretario general de la Cisl, Luigi Sbarra , lo utilizó contra Landini, lo lanzó contra el salario mínimo y contra el referéndum para la abolición de la Ley de Empleo.

Habiendo cumplido con su parte, Sbarra dejó el sindicato. En febrero. Solo cuatro meses en la antesala y luego entró en el gobierno, sin trámites intermedios. Recibido con aplausos. Nunca antes el líder de un sindicato había pasado tan repentinamente al lado del partido opositor. Un final miserable, pobre hombre. Ahora, para el CISL, el legendario sindicato de Macario, Carniti, Storti, Pezzotta y Marini, será complicado recuperar una posición digna.

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