Donald Trump se prepara para subir los impuestos


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Editoriales
Las cifras de los aranceles no cuadran, por lo que el presidente de EE. UU. considera aumentar la tasa impositiva a los ricos para "ayudar a los trabajadores de ingresos medios y bajos".
Donald Trump se prepara para aumentar los impuestos. No sólo derechos de importación, sino también impuestos sobre la renta. El presidente estadounidense dijo que estaba dispuesto a aceptar “un pequeño aumento de impuestos a los ricos” para “ayudar a los trabajadores de ingresos medios y bajos”. Hace apenas unos días, Trump había descartado tal posibilidad, pero ahora la idea vuelve a estar sobre la mesa. El problema es que su reforma fiscal, el famoso “proyecto de ley grande y hermoso”, no cuadra. El Congreso está trabajando para extender los recortes de impuestos, la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 (el primer mandato de Trump), que expiran a fin de año. Sin embargo, hacer que estos recortes sean estructurales llevaría el déficit fiscal –ya muy elevado– al 7 por ciento, aumentando aún más la deuda pública, que ahora es del 100 por ciento, además en un contexto de mayor incertidumbre sobre el dólar y los bonos del Tesoro provocada por el Día de la Liberación.
Las estimaciones del coste del paquete fiscal varían, según las prioridades incluidas, entre 4,5 y 12 billones de dólares en diez años. Ahora la administración está considerando aumentar la tasa máxima de impuesto a la renta del 37 por ciento al 39,6 por ciento, nivel que tenía bajo Obama, para aquellos que ganan más de 2,5 millones de dólares. Queda al descubierto la inconsistencia de la política fiscal de Trump. En materia de recortes de gastos, Doge de Elon Musk no ha logrado mucho, especialmente debido a las dificultades políticas para tocar programas como Medicaid. Por lo tanto, la cobertura debe buscarse en otra parte. La aritmética pronto reveló lo descabellada que era la idea de utilizar los ingresos arancelarios para reducir los impuestos sobre la renta. El asesor de Trump, Peter Navarro, no deja de repetir –en un lenguaje un tanto orwelliano– que “los aranceles son recortes de impuestos”. No, los deberes son impuestos. Y ni siquiera son suficientes para sustituir otros impuestos, especialmente si producen una desaceleración de la economía. Así que el resultado probablemente será un aumento de los impuestos, que serán pagados en su mayoría por los más pobres, y un aumento del impuesto sobre la renta para los más ricos. “Impuestos más altos para todos” es ahora un lema más plausible que “Make America Great Again”.
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