Flashdance, el musical que batió récords. Y la fábrica se convirtió en un espectáculo.


Vittoria Sardo, en una de las escenas más famosas de "Flashdance"
Corría el año 1982 cuando Maureen Marder, una soldadora apasionada por la danza, firmó un cheque por 2300 dólares, cediendo a Paramount todos los derechos sobre su historia personal. Un acuerdo que resultaría ser un rotundo autogol: esa historia inspiró "Flashdance", una película de culto que recaudó más de 200 millones de dólares en cines y vídeo doméstico. Y hoy, más de cuarenta años después, sigue siendo un éxito. A partir del 9 de octubre, el Teatro Nazionale vuelve a traer, a petición popular, el musical basado en la película, producido por la Compagnia della Rancia. Incluso antes de su estreno, el espectáculo ya había cosechado tal éxito que la función final se ha pospuesto del 3 al 17 de enero. No es solo un regreso, sino también un aniversario, ya que hace 15 años, "Flashdance" marcó el inicio de la colaboración del Teatro Nazionale con la Rancia. La producción está dirigida por Mauro Simone, quien ha realizado una meticulosa documentación para reconstruir el contexto de la década de 1980. "Fui al Archivo Histórico de la Siderurgia y la Ferrería Falck de Lombardía para comprender cómo era la vida en las fábricas de entonces, que era muy diferente a la actual", explica. "También estudié la crisis energética de 1979 y su impacto en la industria siderúrgica, y me di cuenta de que la película tenía un contexto histórico específico". La película está protagonizada por la joven Vittoria Sardo como Alex Owens, quien ajusta los calentadores de Jennifer Beals. A ella se une Mattia Baldacci como Nick Hurley, un heredero de la industria siderúrgica. Completan el reparto tres amigas: Kiki, Gloria y Tess, interpretadas respectivamente por Giulia Sol, Rebecca Ingrassia y Camilla Tappi. La coreografía es de Giorgio Camandona, la dirección musical es de Andrea Calandrini, el vestuario es de Riccardo Sgaramella y la escenografía es de Lele Moreschi. La traducción y adaptación son de Franco Travaglio. La música original es de Robbie Roth, quien también escribió la letra junto con Robert Cary, pero también incluye éxitos de la película como «Flashdance... ¡Qué sensación!» y «Maniac», de Michael Sembello.
A diferencia de la película, donde el baile de Beals fue doblado por Marine Jahan, su famoso salto de audición por la gimnasta Sharon Shapiro y su breakdance por Richard "Crazy Legs" Colón (quien aceptó usar peluca pero se negó a afeitarse el bigote, como basta con una imagen congelada para verlo), en el escenario nacional, Sardo lo interpretará todo ella misma. "Una máquina", dice Simone. Pero la actriz añade: "Más allá del coraje y la determinación, también quería mostrar la fragilidad de Alex, que en la película quedaba un poco en segundo plano".
Andrea Spinelli
© Reproducción reservada
Etiquetas del artículo
Representación teatral TeatroIl Giorno