El Chelsea ha salido del atolladero. Con dos goles en dos minutos del descuento de la primera parte y el tercero en el minuto 97, jugando con una temperatura percibida de 32 grados al final del día más caluroso en Filadelfia en 31 años, los Blues evitaron la trampa del Esperance de Túnez con un contundente 3-0 y se ganaron el desafío contra el Benfica en los octavos de final del Mundial de Clubes como segundos del Grupo D (y el jugoso cheque reservado para los que avancen de grupo). El equipo de Maresca mereció plenamente la victoria, con ese doblete antes del descanso firmado por Tosin y Liam Delap (ambos inspirados por el mejor jugador del campo, Enzo Fernández), que sorprendió tanto a los rivales que en la segunda parte, prácticamente dejaron de jugar. El tercer gol de George en el minuto 97 fue la guinda del pastel.

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Maresca ha reencontrado al Chelsea tras el fracaso contra el Flamengo , a pesar del calor sofocante y los ocho cambios en el once inicial. La rotación fue acertada, al igual que poner a Enzo Fernández en el centro del partido. El argentino fue decisivo mucho más allá de las dos asistencias, confirmando cuánto ha crecido en el último año con Maresca y cómo, en la posición más adelantada que ocupa ahora, puede ser más incisivo en el área. Liam Delap también fue decisivo, todavía titular y marcando por primera vez, confirmando que tiene el físico y el talento necesarios para acabar con la maldición del número 9 que se ha cobrado excelentes víctimas en el Chelsea en los últimos años. La defensa, donde Josh Acheampong, de 19 años, impresionó, ha vuelto a no encajar goles. El 3-2-4-1 en la fase de construcción ha funcionado bien, con Romeo Lavia como guardián (incluso el Iron Man Caicedo necesita descanso de vez en cuando) y Malo Gusto se ha desdoblado bien en el rol de lateral-mediocampista. Es positivo para el Chelsea, en el infierno meteorológico de Filadelfia, haber dado descanso también a hombres clave como Cole Palmer y Pedro Neto (serán fundamentales contra el Benfica). El Esperance se marcha del Mundial con la satisfacción de la victoria sobre el LAFC que había puesto al equipo de Kanzari en posición de pasar a octavos de final al vencer al Chelsea: nunca se han acercado porque hay un abismo entre ambos equipos, pero lograron no hundirse.

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El Chelsea dominó el partido desde el inicio, pero el Esperance cierra bien el marcador y hay poco espacio para atacar. Madueke y Delap son los primeros en hacerse notar, pero cuando Fernández brilla, los Blues dan la vuelta a la situación con dos goles en el descuento de la primera parte. El argentino, en el minuto 48, transformó un tiro libre desde la línea de tres cuartos en una asistencia de cabeza a Tosin que le dio la ventaja. Dos minutos después, lanzó a Delap al centro del área, enviando a su equipo al descanso con el 2-0 en el marcador. El Esperance sacó la bandera blanca al reanudarse el partido, y Maresca lo aprovechó con algunos cambios, como el de Andrey Santos, quien en el minuto 75 pareció haberse ganado un penalti por un disparo desde la frontal que terminó en el brazo de Meriah. Nkunku estaba listo para lanzar el penalti, pero el árbitro le dijo que esperara y lo llamaron de nuevo al monitor: tras revisar el episodio, cambió de opinión y explicó al confundido público de Filadelfia que el contacto no era punible. El resultado cambió en el minuto 97, cuando George, otro recién llegado, puso el 3-0 con la complicidad del portero Ben Said. Y el Chelsea estaba en los octavos de final del Mundial.