Leonardo y los saudíes: Cingolani no apacigua los temores de los sindicatos

A lo largo de la A16, la autopista que une Campania con Puglia, delegaciones del gobierno saudí y de la dirección de Leonardo se han alternado en los últimos dos días. La arteria conecta también las cuatro divisiones de aeroestructuras de la ex Finmeccanica: Pomigliano d'Arco, Nola, Foggia y Grottaglie para un total de 5.000 trabajadores sin contar las industrias afines.

El INTERÉS de la monarquía del Golfo en la división, y su entrada como "socio", sería el resultado del Memorándum de Entendimiento (MOU) firmado en enero pasado entre el Ministerio de Inversiones de Arabia Saudita, la Autoridad General de la Industria Militar y la antigua Finmeccanica. Una relación, la entre la empresa estatal italiana (el Ministerio de Economía posee el 30%) y el gobierno saudí, que precede al viaje institucional del primer ministro Meloni a Riad. El último MOU, "nacido con el objetivo de desarrollar y evaluar una serie de inversiones y oportunidades para ampliar la colaboración en los sectores aeroespacial y de defensa", siguió al anterior, firmado a principios de 2024, que establecía la cooperación en los sectores de "espacio, aeroestructuras, localización para sistemas de guerra electrónica, ensamblaje de radares y helicópteros, combate aéreo e integración multidominio".

LOS SINDICATOS , aunque cautos ante la posible entrada de Arabia Saudita y fuertes en las garantías del consejero delegado Roberto Cingolani, temen que detrás de la búsqueda de alianzas internacionales por parte de la empresa pueda estar la hipótesis de una escisión o venta parcial de perímetros dentro de la división. La última de las fábricas visitadas por la delegación, la antigua Alenia de Grottaglie, pesaría sobre toda la cadena de suministro de la antigua Finmeccanica debido a su relación de cliente único con el fabricante aeronáutico estadounidense Boeing. Según Stefano Pontecorvo, presidente del consejo de administración de Leonardo, la división en la provincia de Taranto registraría una pérdida de 300 millones al año.

Los problemas de montaje del Boeing 787 se originaron, con un largo proceso judicial, en 2021. Cuando, tras una investigación, que había conducido a la incautación de bienes de la empresa, dos empresas del sector aeroespacial de Brindisi – Processi Speciali srl y Manufacturing process Specification srl, ambas proveedoras de Leonardo -, acabaron una vez más en el centro de las noticias.

La Fiscalía de Brindisi afirma que los componentes metálicos producidos por estas empresas, destinados a la construcción de los fuselajes de los Boeing 787 ensamblados en la planta de Grottaglie, fueron realizados con aleaciones de titanio y aluminio diferentes de las previstas, "generando un importante ahorro en la compra de materias primas y la producción de piezas aéreas con características de resistencia estática y a la tensión muy por debajo de los estándares, con repercusiones en la seguridad del transporte aéreo".

Las mismas empresas de Brindisi, según los investigadores, también serían responsables del derrame de sustancias nocivas derivadas de los procesos químicos de elaboración de los metales en la superficie de algunos terrenos de la zona de Brindisi.

DESDE ENTONCES, la planta de Grottaglie, así como toda la división de aeroestructuras, se ha visto afectada por una sucesión de "soluciones de flexibilidad", recurso a indemnizaciones por despido y dudas sobre el futuro. Cinco mil trabajadores pagan por la elección de proveedores que hizo la dirección, que se declaró parte perjudicada y desconocedora de los hechos. La próxima actualización sobre el estado de las negociaciones se espera para el 11 de marzo, cuando se presentará el plan actualizado y se realizará el observatorio estratégico con los sindicatos.