Autos voladores y aviones supersónicos: la nueva carrera armamentística de Silicon Valley

En medio de crecientes preocupaciones sobre la infraestructura de la aviación de EE. UU., un grupo de nuevas empresas se muestran optimistas de que alterarán significativamente la experiencia de viaje en los próximos años.

Todas las demás industrias han innovado. Nosotros simplemente hemos añadido las tasas de equipaje.

El director ejecutivo y fundador de Archer Aviation, Adam Goldstein, se quejaba conmigo en medio de un elegante salón en Casa Cipriani, con una vista del helipuerto del centro de Manhattan a solo unas cuadras de distancia.

Goldstein planea lanzar eVTOL (despegue y aterrizaje vertical eléctrico) en EE. UU. en los próximos dos años, con la esperanza de convertir a la compañía en el Uber de los cielos y eventualmente reemplazar a los helicópteros. La compañía anunció recientemente la construcción de una red de taxis aéreos en el área de Nueva York como parte de una alianza con United Airlines, un importante inversor.

También es uno de los muchos fundadores y ejecutivos de startups con los que hablé que buscan transformar drásticamente el panorama de la aviación, conocido por su falta de innovación. «Seguimos volando con un tubo y un ala diseñados durante la Guerra Fría», me dijo Goldstein.

Es una queja de larga data para quienes viven en Silicon Valley. Peter Thiel, el reconocido capitalista de riesgo y fundador de PayPal, hizo un famoso llamado a la industria en lo que se convirtió en el eslogan de su fondo de capital de riesgo, Founders Fund. "Queríamos coches voladores, pero en cambio nos dieron 140 caracteres", escribió Thiel.

Pero ahora eso podría estar cambiando.

Los inversores están invirtiendo miles de millones en eVTOL y los clientes están haciendo pedidos. Los aviones supersónicos, que prometen transportar pasajeros de Nueva York a Londres en tan solo tres horas, también buscan resurgir.

En enero, Boom Supersonic experimentó un hito importante cuando su avión civil, el XB-1, rompió la barrera del sonido durante un vuelo de prueba en el desierto de Mojave.

Blake Scholl, el director ejecutivo de Boom Supersonic, compartió preocupaciones similares a las de Goldstein.

"Creo que es natural que la tecnología y los viajes aéreos se aceleren y mejoren", dijo Scholl. "Y nos perdimos. Es una gran tragedia. Es casi una novela de misterio".

Pero en medio de este auge de innovación, la preocupación por el Sistema Nacional del Espacio Aéreo, los equipos obsoletos y la grave escasez de controladores aéreos se perfilan como riesgos para el progreso continuo. Un accidente aéreo cerca de Washington, D. C. en enero acentuó estas preocupaciones.

“Tenemos un sistema de tráfico aéreo que tiene cada vez más tráfico, en el que no nos hemos mantenido al día con la tecnología, no hemos mantenido