Brass en Saint-Germain-des-Prés, el nacimiento de una gran cervecería

Algunos están cayendo como moscas, otros se han convertido en leyendas sombrías. Al final de la calle, los llamados diarios ocupan un estrato sagrado mientras las mezquinas pretensiones "foodie" se agotan en imitarlos a falta de encarnarlos verdaderamente. ¡Malditas brasseries de hoy, consumidas por fantasías, tan a menudo desordenadas, sacadas directamente del alma de París hasta su asma!

Así estábamos con estas comedias de bulevar hasta esta primavera de bulevar, este hermoso mes de mayo por el que Saint-Germain parece tener gusto, y la brillante irrupción de este Brass. Francamente impredecible, ya irresistible. Recién salido del corazón de Mabillon, menos de diez días en el banquillo y ya con un movimiento de cadera tremendo para ocupar y mantener su lugar. ¡Todo está ahí!

En este chic disponible que ha hecho del barrio un centro del mundo desde hace mucho tiempo, está la sonrisa de la terraza, la sala doble en sus filas dobles, los giros entre las mesas, el abrazo de los terciopelos, la despreocupación...