Salud. Casi uno de cada dos franceses sufre dolor crónico.

Los resultados del Barómetro del Dolor 2025 de la Fundación para la Investigación del Dolor y la Analgesia revelan que más de 28 millones de adultos en Francia lo padecen. El 42% de estos adultos padece dolor crónico.

Esta prevalencia es significativamente mayor que en 2008, con un aumento de más de 10 puntos. Entre los afectados:

• El 36% sufre dolores musculoesqueléticos;
• 33% de los dolores de cabeza;
• 15% dolor abdominal;
• 12% dolor neuropático.

Casi la mitad de los afectados refieren dolor intenso (más de 6 de cada 10) y llevan padeciéndolo más de tres años.

Un gran impacto en la calidad de vida

Como señala Audrey Aronica, paciente y presidenta de la AFVD (Asociación Francófona para la Superación del Dolor), « vivir con dolor crónico significa avanzar cada día con una carga invisible». Esta frase ilustra cómo el dolor no es solo una simple molestia, sino que afecta profundamente la vida cotidiana de los pacientes:

• más del 50% de los afectados reportan impactos en su sueño, memoria y movilidad;
• La mayoría sufre de fatiga y ansiedad o síntomas depresivos;
• El 36% tiene discapacidad funcional moderada o grave en la vida diaria.

Las fallas en la atención

Los resultados ponen de relieve la insuficiencia de la atención médica para la mayoría de los pacientes. A pesar de la prescripción frecuente de analgésicos (92 % de los pacientes) y, en particular, de opioides (27 %), pocos pacientes experimentan una mejoría de sus síntomas (menos de 1 de cada 3 pacientes).

El problema es que, mientras menos de un tercio de los pacientes tiene acceso a centros de dolor y el 60% es seguido exclusivamente por su médico de atención primaria, el 90% decide recurrir a la automedicación, a veces incluso con opioides (16%).

« Estas nuevas cifras exigen un plan de acción inmediato para garantizar un acceso equitativo a la atención y estructurar un recorrido sanitario más eficaz en todo el país, dado el considerable impacto del dolor crónico en la vida de millones de franceses », afirma el profesor Nicolas Authier, presidente de la Fundación Analgesia.