PMA y adopción: el Parlamento adopta una ley para proteger a los empleados

Para luchar contra los "abusos" en el lugar de trabajo, el Parlamento adoptó definitivamente el jueves 19 de junio un texto que protege los derechos de los trabajadores en situación de procreación médicamente asistida (PAM) o de adopción y amplía ciertas opciones de licencia para los hombres.
El proyecto de ley de la diputada Prisca Thevenot para "proteger a las personas implicadas en un proyecto parental contra la discriminación en el trabajo", ya adoptado por la Asamblea Nacional, fue aprobado por unanimidad en el Senado, lo que le permite entrar en vigor rápidamente.
«Debido a su duración, complejidad y dificultades, un proceso de reproducción médicamente asistida puede, obviamente, tener efectos directos en la vida profesional de las mujeres, al reforzar las desigualdades profesionales», señaló la ministra de Autonomía y Discapacidad, Charlotte Parmentier-Lecocq. Parmentier-Lecocq apoyó este texto, que pretende colmar un vacío legal al consagrar en la ley diversas medidas en beneficio de las «trabajadoras que participan en un proyecto parental en el marco de la asistencia médica» o la «adopción».
“Se trata de regular mejor las prácticas y evitar abusos aislados”.
De este modo, estas últimas quedarían protegidas contra la denegación de contratación o la rescisión de contratos durante el periodo de prueba. El texto también pretende garantizar su derecho a no revelar su embarazo o a no someterse a ciertos traslados o asignaciones. Esta inclusión explícita en la ley, considerada esencialmente "simbólica" por varios oradores, "tiene un doble interés: reforzar la seguridad jurídica de las empleadas afectadas y afirmar claramente una orientación política", resumió la ponente del Senado, Annick Petrus (Les Républicains). "El objetivo es regular mejor las prácticas y evitar abusos aislados", añadió.
Otro artículo del texto, considerado más operativo que el primero, extiende a los cónyuges el beneficio de las autorizaciones de ausencia concedidas para recibir tratamiento médico en el marco de la PMA, y ya no sólo como acompañante.
SudOuest