Medio ambiente. Retrocesos, falta de claridad...: la advertencia del Consejo Superior del Clima a Francia.

El Alto Consejo para el Clima (HCC) presionó el jueves al gobierno de François Bayrou y llamó a un "despertar colectivo".
En un momento en que el ritmo de descarbonización en Francia se ralentiza y algunas medidas, como las renovaciones de edificios, se están reduciendo, el Alto Consejo para el Clima (HCC) lanzó este jueves una dura advertencia a los dirigentes franceses, encabezados por Emmanuel Macron y François Bayrou .
"Necesitamos un impulso colectivo para relanzar la acción climática, con un marco claro de políticas públicas, acciones estructurales, una gobernanza sólida y objetivos bien definidos", declaró a la prensa Jean-François Soussana, agrónomo que preside el HCC. Este organismo independiente, creado en 2018 por el presidente Emmanuel Macron, está compuesto por doce expertos encargados de evaluar la acción climática del gobierno y emitir recomendaciones.
Medidas “fuera de sintonía”En marzo, advirtió que Francia "aún no estaba preparada" para el calentamiento global, que ya alcanzó los 2,2 °C entre 2015 y 2024. Esta observación sigue siendo relevante a medida que el país emerge gradualmente de una ola de calor prolongada, intensa y prematura . " Este tipo de ola de calor ilustra que, en ciertos casos, podemos alcanzar los límites de la adaptación con impactos significativos, por ejemplo, en la salud", enfatiza Jean-François Soussana. Las medidas del plan de adaptación del gobierno "aún no están a la altura de las vulnerabilidades y necesidades", lamenta el HCC.
En su informe anual titulado "Relanzar la acción climática ante el agravamiento de los impactos y el debilitamiento de la gestión", señala que el ritmo de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero se desaceleró significativamente en 2024 (-1,8%). El descenso se mantuvo firme en la producción de energía, pero se estancó en otros sectores (agricultura, construcción, industria, transporte, etc.). Sin embargo, será necesario duplicar el ritmo para alcanzar los objetivos de Francia para 2030.
Los expertos incluso señalan que gran parte (70%) de esta reducción puede atribuirse a factores coyunturales, como un invierno templado o la reactivación de los reactores nucleares. «Los agricultores tienen una vida difícil y se ganan la vida muy mal, por lo que cada vez más explotaciones agrícolas cierran. Esto es lo que llamamos un efecto coyuntural, porque no se trata de un fenómeno político deliberado», cita como ejemplo Marion Guillou, miembro del HCC y especialista en alimentación.
El HCC también lamenta los contratiempos que han afectado a menudo a medidas muy populares entre los ciudadanos: el leasing social (alquiler de vehículos eléctricos a hogares con bajos ingresos), el apoyo a la instalación de paneles solares en tejados o la renovación de edificios. «La claridad de la política climática francesa se ha visto cuestionada por estos contratiempos, lo que ha generado una falta de visibilidad para el sector privado y las autoridades locales», afirma el informe.
Relanzar la diplomacia climática francesaMaPrimeRénov', la ayuda estatal para la rehabilitación energética de viviendas, está actualmente suspendida para nuevos proyectos importantes de rehabilitación hasta mediados de septiembre. El propio presidente Macron expresó su descontento, criticando la incertidumbre en torno a ciertas medidas. La HCC también cita los contratiempos registrados en el Parlamento con respecto a la ZAN o la ZFE.
Los expertos también reiteran sus críticas a los retrasos en la publicación de ciertos textos clave sobre energía y clima y deploran el debilitamiento de la Secretaría General de Planificación Ecológica, organismo adscrito al gabinete del Primer Ministro. A nivel internacional, también sugieren relanzar la diplomacia climática francesa.
La Comisión Europea presentó el miércoles a los Estados miembros su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 % para 2040, en comparación con los niveles de 1990, con flexibilidades. No se celebrará ninguna votación antes de septiembre, lo que reduce considerablemente el plazo antes de la conferencia climática de la ONU (COP30) en Brasil en noviembre. La UE debe presentar su hoja de ruta climática hasta 2035 antes de este importante evento. «Este retraso debilita la posición de la UE en el contexto de la COP30 y contribuye a que se relaje la presión internacional para aumentar la ambición climática», lamentan los autores.
Le Républicain Lorrain