Los taxis de Argel, refugios de la libertad de expresión
Auténticos espacios de expresión en un país con tanta escasez de ellos, los taxis de la capital argelina tienen funciones que van más allá de las de los medios de transporte tradicionales, según informa el sitio web "Twala". Sin filtros, lejos de oídos indiscretos, los pasajeros discuten sobre política, critican el orden social y ofrecen consejos de vida.
Frente a la sede de Air Algérie, frente a la plaza Audin [en Argel], el grupo de pasajeros que esperan un taxi sigue creciendo. Todos miran hacia la salida del túnel de la Facultad, de donde salen los taxis como un desagüe, uno a uno, tras largos minutos de espera.
Apenas saliendo del túnel, los taxistas empiezan a hacer gestos con las manos: izquierda, derecha o recto. Si el destino del pasajero no está en su ruta, no tiene sentido detenerse. Este destino lo decide un pasajero que ya está en el vehículo, o el propio conductor cuando no lleva a nadie. Otros, obligados a dejar a un cliente, se detienen en la plaza Audin y ven sus vehículos rodeados de inmediato.
"¿Didouche, Hydra, Golf?" Todos revelan su destino, con la esperanza de ser el pasajero elegido. Algunos parecen casi suplicantes. Una anciana lleva varios minutos esperando. Con la espalda ligeramente encorvada, sostiene una cuna en la mano izquierda y saluda con la derecha a cada taxi que pasa. Otro se detiene a su lado. "¿Hydra?", pregunta, asomada a la ventanilla del copiloto.
El conductor asiente, la señora y otros tres pasajeros, que estaban escuchando, toman inmediatamente sus asientos.
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Courrier International
