Frente al movimiento Bloquear Todo, los partidos de oposición se encuentran entre el entusiasmo y la desconfianza

"¿Qué opinas del movimiento del 10 de septiembre? Saldré a la calle". El llamamiento proviene de un cincuentón residente en la circunscripción del diputado socialista Arthur Delaporte en Calvados. El cargo electo ha recibido decenas de ellos, si no más. Todos en Facebook. Todo sobre este llamamiento a "bloquear el país" lanzado por un colectivo autoproclamado no partidista, surgido en redes sociales y cercano a los círculos de los "chalecos amarillos".
"También recibí pliegos de demandas... Y a menudo se asemejan a lo que podemos defender", afirma el parlamentario normando, quien afirma estar atento al asunto: "Nunca debemos descuidar las señales débiles. Algunos vídeos del 10 de septiembre tienen miles y miles de visualizaciones".
Porque la izquierda, desde el Partido Socialista hasta La Francia Insumisa (LFI), no quiere perder el tren esta vez. Durante el movimiento de los "chalecos amarillos", que surgió en 2018, con sus demandas de justicia fiscal y democracia directa, la izquierda nunca logró unirse del todo, dudando sobre su apoyo y preocupada por la infiltración de movimientos de extrema derecha. "Una parte de la izquierda se tapó la nariz con los 'chalecos amarillos'. Espero que algunos no repitan esta condescendencia de clase", advierte Matthias Tavel, diputado de LFI por Loira Atlántico. "Nuestro papel será apoyar y difundir este movimiento del 10 de septiembre, para que la censura popular y la censura parlamentaria se retroalimenten".
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Le Monde