Estados Unidos: La Universidad de Harvard gana batalla legal contra la administración Trump

El gobierno había retirado poco más de 2.600 millones de dólares en subvenciones a la prestigiosa institución estadounidense. La Casa Blanca justificó la medida con el argumento de combatir el antisemitismo.
El sistema judicial estadounidense ha asestado un revés a Donald Trump en su cruzada contra un sector de las universidades estadounidenses. El miércoles, un juez ordenó revocar la congelación de fondos impuesta por la administración Trump a Harvard, una victoria para una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Desde que regresó a la Casa Blanca en enero pasado, Donald Trump ha acusado al decano de las universidades estadounidenses de servir de caldo de cultivo para la ideología "woke" , un término a menudo mal utilizado por los conservadores para describir de manera peyorativa las ideas progresistas a favor de las mujeres y las minorías.
“Ataque selectivo e ideológico”Firme defensor de Israel, el presidente también acusó a Harvard de no proteger adecuadamente a sus estudiantes judíos o israelíes durante las protestas en el campus que exigían un alto el fuego en Gaza . En represalia, el gobierno retiró más de 2.600 millones de dólares en subvenciones a Harvard y revocó su certificación SEVIS, que permite a los estudiantes extranjeros estudiar en Estados Unidos.
Una jueza de Boston, interpuesta por la universidad, anuló las decisiones de congelamiento de la administración, lo cual, según el texto de su orden, constituía una violación de la Primera Enmienda de la Constitución. Señaló que el antisemitismo, al igual que otras formas de discriminación o prejuicio, es intolerable. Y es evidente, según la propia admisión de Harvard, que la universidad se ha visto afectada por el antisemitismo en los últimos años y podría (y debería) haber abordado mejor este problema.
Pero, en realidad, «existe poca conexión entre las áreas de investigación afectadas por la congelación de fondos y el antisemitismo». Acusa a la administración de «utilizar el antisemitismo como cortina de humo para lanzar un ataque selectivo e ideológico contra las universidades más prestigiosas del país». El presidente de Harvard, Alan Garber, enfatizó que la decisión validó la defensa de la libertad académica de la universidad.
La Casa Blanca apelará"Esta jueza activista designada por Obama estaba destinada a fallar a favor de Harvard", declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Liz Huston. Añadió que la Casa Blanca "apelará de inmediato esta indignante decisión". Según Ray Brescia, profesor de la Facultad de Derecho de Albany, Donald Trump "podría volver a la mesa de negociaciones" para llegar a un acuerdo económico extrajudicial con la universidad. "La gente suele resolver sus desacuerdos extrajudicialmente por diversas razones, incluso si cree tener toda la razón", explicó.
La batalla legal entre la universidad, una de las más prestigiosas del mundo, ubicada cerca de Boston, Massachusetts (noreste), también sirve de prueba para otras instituciones de educación superior en la mira de la administración Trump. Al comenzar la primera audiencia en Boston, Donald Trump acusó al juez de ser un opositor notorio y a Harvard de ser "antisemita, anticristiano y antiestadounidense".
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La universidad, por su parte, afirma haber tomado medidas para garantizar que los estudiantes y el personal judío o israelí no se sientan excluidos ni intimidados en el campus, al tiempo que sostiene que las medidas del gobierno federal "amenazaron" la libertad de expresión. Además de la congelación de fondos, el secretario de Estado Marco Rubio anunció a finales de julio la apertura de una investigación para determinar si Harvard cumplía con "todas las regulaciones" en materia de intercambios con universidades extranjeras. "El pueblo estadounidense tiene derecho a esperar que sus universidades garanticen la seguridad nacional, cumplan la ley y proporcionen un entorno seguro para todos los estudiantes", declaró el jefe de la diplomacia en un comunicado.
Le Républicain Lorrain