Caída del gobierno: ¿qué impacto tendrá en la economía francesa?
Cuando el poder flaquea, la confianza se erosiona. En toda Francia, comerciantes, artesanos y consumidores dan testimonio: la caída del gobierno alimenta las dudas, frena proyectos y alimenta las expectativas de un nuevo impulso político.
Este texto es un fragmento de la transcripción del informe anterior. Haga clic en el vídeo para verlo completo.
La caída del gobierno en París no solo tiene consecuencias políticas, sino que también afecta a la economía local. En Ruán, un concesionario de automóviles informa de un impacto directo en su negocio: «Hay un poco más de preocupación por parte de nuestros clientes, y luego... se nota, es inamovible. Hemos sufrido una pérdida de alrededor del 25 % de los pedidos», explica.
En cuanto circulan rumores de un cambio de gobierno, los clientes dudan. "Nos preguntan: ¿Cómo funcionará? ¿Deberíamos esperar antes de comprar el coche? ¿Deberíamos esperar hasta el mes que viene?".
Acostumbrados a este tipo de turbulencias, el concesionario aún quiere mantenerse resiliente: "Nos estamos acostumbrando, la verdad. No es la primera vez, pero nos gustaría que parara para tener un gobierno estable que planifique el futuro".
En las calles de Ruán, la inestabilidad política no deja indiferente a nadie. Para un transeúnte entrevistado, la situación es estresante: «Claro que influye. Somos precavidos al comprar, nos preguntamos qué va a pasar». Otro residente de Ruán añade: «Es cierto que a veces somos un poco más precavidos, pero no debemos exagerar».
Jean-Claude Talloir, comerciante, lamentó que François Bayrou no completara su política económica. Según él, «hoy sabemos que vamos a atravesar crisis; no hay otra solución».
En Velette-sur-Mer, a 70 km de Rouen, la inestabilidad política también se siente en las obras. Cyril Vauchel, artesano de reformas, se queja: «La gente recibe ayudas para su trabajo. Pero con cada cambio de gobierno, ya no se les paga. Adelantamos el dinero, pero luego los clientes no pueden pagarnos. Esto está acumulando retrasos».
Sin embargo, tanto él como el dueño del restaurante que está renovando reconocen cierto alivio por la caída del gobierno saliente: "Quitar dos días festivos fue demasiado para nuestros empleados. Uno estaba bien, pero tres eran muchos", dice el artesano.
Ahora todo el mundo espera que se forme un nuevo gobierno lo antes posible.
Francetvinfo
