Impuesto fronterizo al carbono: el Parlamento Europeo aprueba la simplificación de las normas

Con 564 votos a favor y 20 en contra, el Parlamento Europeo ha apoyado este jueves 22 de mayo, por una amplia mayoría, la simplificación del impuesto al carbono en las fronteras de la UE, con una exención para los pequeños importadores. La ley sólo afectará a quienes importen más de 50 toneladas al año de productos considerados contaminantes. La medida fue aprobada por los eurodiputados de todos los partidos.
La Unión Europea adoptó en 2022 este «mecanismo de ajuste en frontera del carbono» (CBAM) , que se dirige a los sectores más contaminantes, como el acero, el aluminio, el cemento, los fertilizantes, la electricidad y el hidrógeno.
En la práctica, el importador debe declarar las emisiones de CO2 vinculadas al proceso de producción y, si éstas superan los estándares europeos, adquirir un “certificado de emisiones” al precio del CO2 en la UE.
El mecanismo, denominado “impuesto al carbono” , está en vigor desde octubre de 2023 en una fase de prueba. Según la Comisión Europea y numerosos eurodiputados, este periodo transitorio ha permitido comprobar que los umbrales elegidos hasta ahora –a partir de 150,00 euros por producto importado– eran claramente demasiado bajos. El aumento a 50 toneladas al año eximirá al 90% de los importadores, principalmente pymes y particulares, cuyas emisiones de CO2 se consideran marginales.
La medida se enmarca en una política de simplificación integral emprendida por la Comisión Europea para apoyar la competitividad de las empresas.
Pero la elección del impuesto al carbono es mucho más consensuada que otras medidas de simplificación previstas y que suscitan la ira de las organizaciones ecologistas. Esta vez, "se trata de un ejemplo de simplificación inteligente, basada en hechos", considera el centrista Pascal Canfin (Renew).
El umbral de 150 € no funciona. Era demasiado bajo. Esto implica demasiadas transacciones, con formularios que rellenar, para transacciones que son prácticamente épsilon en términos de emisiones de CO2, señala.
En un punto más sensible, la Comisión Europea debe decidir en los próximos meses sobre la posibilidad de ampliar este mecanismo de carbono a otros sectores como el automovilístico o el aeronáutico.
La Croıx