El gobierno chino crea dos nuevos días festivos para impulsar el turismo, el ocio y el consumo

A miles de kilómetros de París, Pekín ha decidido adoptar una estrategia radicalmente opuesta a la de Francia.
Aunque durante todo el verano se ha debatido sobre la posible eliminación del Lunes de Pascua o del 15 de agosto para reducir el déficit, China está aumentando el número de días festivos para impulsar su economía.
A partir de 2025, los chinos se beneficiarán de 13 días festivos anuales , en comparación con 11 en Francia, con la víspera del Año Nuevo chino y un día adicional el 2 de mayo, justo después del Día del Trabajo.
El gobierno chino diseñó estos nuevos días libres para fomentar los "puentes" y extender los periodos vacacionales. El objetivo es claro: animar a la gente a viajar, salir y consumir.
Según Les Echos , una hora después del anuncio, las búsquedas en plataformas de reserva de viajes ya se habían duplicado , una señal de que los residentes aprovecharon rápidamente la oportunidad.
Cuando las vacaciones se convierten en un motor económicoEn China, las vacaciones no son solo un momento de relajación; son un potente motor de consumo. Los periodos vacacionales prolongados generan picos turísticos masivos y gastos considerables, que abarcan desde billetes de avión hasta restaurantes, entretenimiento y compras en línea.
El gobierno está implementando un sistema de recuperación: para compensar estos días adicionales, los chinos trabajarán algunos fines de semana . Sin embargo, para la población, el efecto sigue siendo positivo: más tiempo para viajar y una economía nacional impulsada por millones de consumidores.
Esta iniciativa no es baladí. Desde 2013, los días festivos solo se han modificado tres veces, y la creación de estos dos nuevos días festivos refleja una clara voluntad de apoyar el turismo interno, en un contexto de desaceleración económica y crisis inmobiliaria que incentiva a la población a ahorrar en lugar de gastar.
El contraste con FranciaMientras tanto, en Francia, el plan de abolir dos días festivos para reducir el gasto público y contribuir a un presupuesto de 44.000 millones de euros para 2026 ha sido una saga política.
François Bayrou finalmente dimitió tras perder el voto de confianza en la Asamblea el 8 de septiembre, llevándose quizás consigo esta palanca económica.
Var-Matin