Con tan solo 19 años, Anastasia Nielsen representa con orgullo al Principado en el Concurso de Saltos de Montecarlo.

Una estrella monegasca. Con tan solo 19 años, Anastasia Nielsen es una de las figuras más destacadas del deporte ecuestre en el Principado. Un estatus que la ha acompañado desde su debut, pero que se confirmó en 2023 con la victoria más espectacular de su (joven) carrera: un título júnior en el Campeonato de Europa de Gorla Minore, Lombardía. «Fue muy especial para mí», recuerda la joven. «Es una sensación indescriptible cuando ganas. Estaba muy agradecida. Al salir de la pista, iba segunda y otro jinete iba en cabeza. Estaba convencida de que iba a ganar».
Un alivio que cumple con las expectativas de la competición. «Hay mucha presión. Hay unos cien competidores de tu edad, lo cual es un poco desconcertante. Pero al mismo tiempo, tienes muchas ganas de triunfar. Hay muchísimas cosas que hacer para ganar una medalla».
Un encuentro casual durante las vacacionesLa zuriguera ha cultivado este deseo de triunfar desde muy joven, tras haber entrado en el mundo de la equitación por pura casualidad. «Tenía unos 10 años y estaba de vacaciones en Mallorca. Era muy activa, tenía muchísimas ganas de hacer algo. Mis padres buscaban una actividad para mí y encontraron una especie de campamento hípico. Fui allí y me enamoré de un poni. Tuve suerte porque mis padres me lo compraron y se lo trajeron a Suiza».
Sin embargo, ningún miembro de su familia conocía este entorno. Ni su madre, ni sus hermanos, ni su padre, a quien perdería unos años después. Anastasia, por su parte, disfrutaba y no se lo cuestionaba. «Amo a los animales, su inteligencia y su talento. De hecho, también me enamoré de los caballos, no del deporte».
En poco tiempo, las cosas se aceleraron y la suiza entró en otra dimensión. «Durante un año o dos después de regresar de Mallorca, tomé clases a tiempo completo. Mis padres me llevaban a montar a caballo todos los días. A partir de entonces, la equitación adquirió un poco más de importancia. Disfrutaba mucho saltando en casa. Participaba en competiciones de doma clásica y saltos».
2018, llegada al PrincipadoEn un ascenso meteórico, Anastasia Nielsen no lo duda. Sabe adónde quiere llegar. "Siempre he sido muy ambiciosa. Desde que empecé a competir, supe que quería ser profesional. Competir al máximo nivel era un sueño para mí".
En 2018, se mudó al Principado para seguir a su familia. Debido a su apretada agenda, la joven jinete viaja a menudo, viajando de una competición a otra. Pero Mónaco es su segunda base de residencia. «Tengo un establo a una hora de aquí y otro en Suiza. Esto me permite instalarlos en la región en invierno y en Suiza cuando hace demasiado calor en verano».
Siempre con un gran apoyo, Anastasia Nielsen cuenta con el apoyo del grupo Karlswood y de Cian O'Connor, un saltador irlandés. «Entreno principalmente con él y Cameron Hanley». Este último la acompaña en el Jumping International de Montecarlo. El jinete irlandés trabaja con Anastasia desde abril de 2024. «Cian me contrató para que lo ayudara con sus alumnos, ya que el año pasado estaba concentrado en los Juegos Olímpicos».
"Tiene todas las cualidades para convertirse en campeona".Desde entonces, la colaboración parece funcionar. “Hasta ahora, todo ha ido bien. Con altibajos, como en cualquier deporte. Sobre todo con Anastasia, porque está en una etapa de su carrera en la que estamos superando los límites. Ambas tenemos un fuerte espíritu competitivo, pero también un gran amor por los animales. Anastasia es una persona estupenda. Fuera del deporte, nos divertimos mucho. Trabajar con ella es genial. Generalmente, no es necesario repetir las cosas dos veces con ella. Se nota el esfuerzo enseguida. Es muy tranquila, por eso la apodo la jinete del domingo. Durante las competiciones, es extremadamente tranquila. Sé que se enfada, pero sabe mantener la calma, y eso se nota mucho en su forma de montar y en cómo reaccionan sus caballos ante ella”.
Estas son cualidades que deberían guiar a la joven campeona hacia una carrera exitosa, según su entrenador. "Tengo plena confianza en ella. Estamos al principio de un camino, pero lo que ya ha logrado a pesar de su corta edad es increíble. Es una auténtica figura en este deporte. Tiene todas las cualidades necesarias para convertirse en una campeona de élite".
Claro que el alto rendimiento conlleva cierta presión. "No creo haber sentido tanta presión desde mi título júnior en el Campeonato Europeo", dice. "Creo que me ha abierto nuevas perspectivas". "Probablemente la siento más que ella", bromea su entrenadora. "En el campo, a veces es difícil. Porque estoy ahí para ayudar, guiar y aconsejar. Pero, en última instancia, es ella quien debe decidir. Nadie puede hacerlo por ella. En cualquier caso, siempre habrá presión, sin importar el deporte que elijas. Si aspiras al máximo nivel, la habrá. Así que, en lugar de luchar contra ella, mejor acéptala. Aprovéchala y usa esta presión para fortalecer tu concentración y tu deseo de lograr algo".
“Es fantástico representar a Mónaco”Compitiendo por segunda vez en el CSI5* del Jumping International de Montecarlo, la joven se encuentra aquí, en casa. "Es fantástico contar con todo el apoyo de mi familia, amigos y en general. Es una competición en casa, así que siempre es diferente".
Más que una simple residencia, el Principado se ha convertido en un punto de apoyo para la suiza, que compite bajo la bandera rojiblanca en todas las competiciones de la Federación Ecuestre de Mónaco. «Todos me han recibido con gran entusiasmo; me siento como en casa, así que es muy especial representar al Principado. Es un gran honor porque poca gente lo hace. Cuando empecé a competir por Mónaco, prácticamente no había nadie. Con los años, el deporte ha evolucionado, y el considerable desarrollo de la equitación aquí es muy significativo. Creo que este crecimiento continuará en los próximos años».
¿Su sueño como atleta? Competir en los Juegos Olímpicos y ganar una medalla para Mónaco.
Nice Matin