"La precipitada carrera de John Textor ha llevado al Olympique Lyonnais a un callejón sin salida."

Hasta ahora, el desplome del Olympique Lyonnais (OL) en los últimos instantes de su partido de cuartos de final de la Europa League contra el Manchester United –el momento de una eliminación tan improbable como cruel– sería calcular mal la cronología. Este 17 de abril marcó sin duda el inicio de una serie de cuatro derrotas en cinco partidos, incluidas las del derbi contra el Saint-Etienne (20 de abril) y la contra el Mónaco, el sábado 10 de mayo. Salvo que haya una recuperación muy improbable en la última jornada de la Ligue 1, el sábado 17 de mayo, el OL no competirá en la Liga de Campeones la próxima temporada.
Esta clasificación para la competición europea era, sin embargo, esencial para esperar salvar una situación que llevaba mucho tiempo comprometida, como nos recuerda esta sexta temporada terminada fuera del podio de la Ligue 1 desde 2018-2019. Comprometido, por tanto, mucho antes de la venta del club al multimillonario estadounidense John Textor, en 2022, en caso de que queramos ver este hecho como el auténtico punto de inflexión.
La valoración de la empresa en 800 millones de euros ciertamente parecía coronar los treinta y siete años de reinado de su presidente-propietario Jean-Michel Aulas. El OL, sin embargo, ya estaba debilitado por su deuda y una gobernanza deportiva cada vez más deficiente. John Textor no ha desperdiciado el legado sino que ha sustituido un modelo arriesgado por uno obsoleto .
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Le Monde