Elección de un nuevo papa: "Es casi un juego de escape", el cónclave es un éxito en redes sociales

Esta imagen, que ha sido duramente criticada, es sólo un ejemplo del contenido, a menudo humorístico, que ha inundado Internet desde la muerte del Papa Francisco el 21 de abril.
En total, se han publicado más de 1,3 millones de tuits sobre el cónclave desde la muerte del pontífice, mientras que el tema ha cosechado 363,3 millones de visitas en TikTok, una red especialmente popular entre los jóvenes, según la plataforma de seguimiento Visibrain.
Incluso se ha creado un juego online. Llamado “Fantapapa”, te permite elegir a tus cardenales favoritos y hacer tus predicciones basadas en el modelo de apuestas deportivas.
Una elección a puerta cerrada en la monumental Capilla Sixtina, una tensión que corta el aliento, humo blanco o negro: este fuerte "simbolismo visual es propicio para los formatos narrativos de las redes sociales", considera Refka Payssan, doctoranda e investigadora en Ciencias de la Información y de la Comunicación.
"El cónclave es oropel, protocolo, pompa, pero también secretismo y misterio", según mantiene el Vaticano, añade Stéphanie Laporte, fundadora de OTTA, agencia de consultoría en estrategia digital. Y "a los jóvenes les gusta especular", continúa. En las redes sociales, todo el mundo tiene una opinión, un punto de vista, y todos quieren descifrar las noticias, buscar pistas y descubrir qué cardenal se convertirá en Papa. Es casi un juego de escape (un juego de escape basado en la observación, la deducción y la lógica), según el experto.
Además, existe "esa curiosidad por la historia viva", pues el cónclave se percibe como un acontecimiento raro e histórico, el último de los cuales tuvo lugar hace doce años, recuerda Refka Payssan.
Más allá de los católicos, "los jóvenes son muy conscientes de la influencia del Papa sobre cientos de millones e incluso miles de millones de personas, ya sea por su posición sobre la contracepción o el medio ambiente", señala Stéphanie Laporte.
El interés por el cónclave también refleja la transformación digital que ha emprendido el Vaticano en los últimos años para atraer a las generaciones más jóvenes.
La cuenta oficial del Papa en X, @pontifex , creada en 2012 por Benedicto XVI pero utilizada principalmente por Francisco, que está disponible en nueve idiomas, tiene un total de 50 millones de seguidores, mientras que la cuenta de Instagram del difunto Papa tenía más de diez millones.
Con el apoyo de la Iglesia, muchos cardenales también han invertido en el campo de las redes sociales, convirtiéndose algunos de ellos en figuras de Internet. Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio, ha estado tomándose selfies para sus 2.900 seguidores de Instagram y 1.700 amigos de Facebook, incluyendo una con sus compañeros en un autobús camino a rezar en la tumba del Papa Francisco.
Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York (casi 300.000 seguidores en X y 55.000 en Instagram), publica periódicamente vídeos que describen sus días en Roma antes del cónclave, sin revelar el contenido de las discusiones que tienen lugar.

Conocido por sus opiniones moderadas, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle se ha convertido en un éxito gracias a vídeos de él realizando karaoke. Tiene más de 600.000 seguidores en Facebook.
Los cardenales son "personajes absolutamente fascinantes que han entrado en la 'cultura pop'", alimentando el entusiasmo del público, subraya Stéphanie Laporte.