El mokélé-mbembé, espíritu del Congo transmutado en dinosaurio

Como un océano verde, el húmedo dosel de la selva centroafricana se extiende hasta donde alcanza la vista. Abajo, largos y sinuosos ríos cruzan la naturaleza salvaje, a veces de un marrón fangoso, a veces de un azul claro bajo cielos despejados. Los elefantes de la selva pisotean la maleza, los cálaos vuelan en círculos por encima y los gorilas de montaña se enfurruñan en la penumbra. Y en algún lugar de esta inmensidad primigenia, acecha un dinosaurio.

Emmanuel Mambou, un pescador residente en el interior de la República del Congo, afirma haberlo visto. Desde niño, ha pescado en una red de afluentes del Congo. Y no teme describir, con gran detalle, su encuentro solitario con el dinosaurio que se cree habita en la zona: el mokélé-mbembé.

Fue el año pasado. En una cálida noche de luna, Mambou estaba sentado en un rincón apartado de la orilla del río, cocinando bagres recién capturados sobre un fuego crepitante. Sus compañeros pescadores rieron entre dientes cuando empezó a contar su historia del mokélé-mbembé. Por centésima vez, se burlaron.

En su memoria, el evento ocurrió en octubre, muchos años antes, cuando el monzón estaba en pleno apogeo en el norte del Congo. A bordo de su piragua, Mambou se deslizó río abajo. Él