Clara Boselli, de la Academia Princesa Gracia de Mónaco al Ballet Real Sueco: el ascenso de una bailarina de la Costa Azul

¡Estoy feliz de vivir mi sueño! Con tan solo 21 años, Clara Boselli ya disfruta de cada paso de su meticulosa carrera. Desde Grasse hasta el Ballet Real Sueco y Mónaco, la joven bailarina ha transformado una pasión de la infancia en una carrera internacional.
Nacida en Grasse en 2003, descubrió la danza a los 3 años, casi por imitación. «Para ser como mi hermana mayor», cinco años mayor que ella. Rápidamente, el placer se convirtió en vocación. A los 6 años, se unió al Centro Regional de Arte Coreográfico de Grasse, ahora cerrado, donde se formó en jazz, danza clásica y contemporánea. «Tuve una gran profesora; ella fue quien me impulsó a seguir una carrera profesional».
A los 13 años, probó suerte en la Academia Princesa Grace de Mónaco, una institución de renombre mundial dedicada a la formación de bailarines profesionales. «En aquel momento, no estaba estresada; fui sin presión, pues era mi primera audición». Una apuesta ganadora: fue seleccionada para unirse a esta prestigiosa institución, convirtiéndose en una de las pocas francesas admitidas.
Formación de excelenciaEl programa de cinco años es tan intenso como educativo. "Era muy variado: desde técnica, trabajo en puntas, danza contemporánea y clases que a veces se prolongaban hasta las 21:00", recuerda la bailarina de Grasse. El premio a la excelencia: 13.000 € anuales, financiados en parte mediante una campaña de recaudación de fondos en línea y patrocinadores movilizados en torno a su talento.
La inversión vale la pena. «Esta escuela me ha enseñado mucho, tanto a nivel técnico como personal. Es una escuela internacional; allí descubrí muchas culturas y perfeccioné mi inglés en tan solo unas semanas. También aprendí rigor y disciplina. Nos preparan muy bien para el mundo profesional».
En su último año, Nicolas Le Riche, bailarín principal del Ballet de la Ópera de París y entonces director del Ballet Real Sueco, la descubrió. "¡Fue un sueño trabajar con él!"
El gran salto nórdicoSe unió al Ballet Real Sueco en 2022. Una nueva vida comenzó en Estocolmo. «En invierno, con -15 grados, es un cambio respecto a Grasse... pero vale la pena; es una ciudad preciosa».
Recientemente ascendida a segunda solista, Clara ya ha interpretado los papeles principales en Cenicienta y Romeo y Julieta, a menudo ante un público de 1600 personas. "Cada noche hay una energía diferente y única. El ballet es muy exigente, no solo técnicamente. Contamos una historia, lo que me ayudó a abrirme".
Conviértete en bailarín principalComenzará su cuarta temporada en agosto. El ritmo es rápido, con siete funciones al año y giras regulares. Pero la joven disfruta cada momento: «Vuelvo a ver a mi familia en verano y en Navidad». ¿ El siguiente paso? Subir los últimos escalones para convertirse en bailarina principal. ¡No es ninguna sorpresa para alguien que, a los 3 años, ya había encontrado su vocación!
Nice Matin