Tras la pista de los implantes neuronales que engañan al sistema inmunológico

Uno de los desafíos para los neurobiólogos que implantan células neuronales en pacientes es engañar al sistema inmunitario para que olvide que estos dispositivos electrónicos, que permiten recibir o enviar señales a las neuronas, son cuerpos extraños. Desde la década del 2000, el uso de dexametasona ha sido una de las vías preferidas. Este fármaco antiinflamatorio ayuda a mitigar la reacción del organismo y el fenómeno de " encapsulación " del implante en tejido cicatricial, creado para proteger al cuerpo de agresiones externas. Estos tejidos actúan así como aislante entre las neuronas y el implante, que pierde su eficacia. Este efecto es significativo, por ejemplo, en el caso de los implantes cocleares , que se utilizan para mejorar la audición. El fármaco antiinflamatorio ya ha demostrado su eficacia para contrarrestar este problema de "aislamiento", pero los investigadores están trabajando en un enfoque que limitará los efectos secundarios.
Un equipo internacional de investigadores, cuyo trabajo se publicó en Advanced Healthcare Materials el 17 de junio, explora la posibilidad de un enlace químico entre el material de la prótesis y el fármaco. Mediante un enlace covalente (la compartición de electrones entre dos átomos), han logrado unir la molécula del fármaco a la prótesis, como si fuera un recubrimiento. Para probar su técnica, los investigadores optaron por unir la mayor parte de la neuroprótesis, el soporte de poliimida (un plástico flexible), con dexametasona.
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Le Monde