Una Iglesia católica más compuesta y cambiante elige a su nuevo Papa

El rumor, que surgió de la nada, encontró un poderoso transmisor en la persona de Diane Montagna. El periodista estadounidense, radicado en Roma y figura de las corrientes conservadoras de la Iglesia católica, informó el 1 de mayo al medio X que "múltiples fuentes" mencionaron "alertas" sobre la salud del cardenal italiano Pietro Parolin, uno de los candidatos más serios para suceder a Francisco.
«Una enfermedad repentina debido a la hipertensión» , «un equipo médico» que debería haber intervenido durante una hora el día anterior, mientras los cardenales aún estaban reunidos en congregaciones generales... Los términos son tan precisos y la noticia tan impactante que —algo poco común— el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, se vio obligado a desmentir al día siguiente cualquier enfermedad o intervención médica.
Si la anécdota es sabrosa es porque sería difícil determinar con certeza el objetivo de quienes iniciaron el rumor: ¿debilitar la candidatura del ex número dos del Vaticano, en quien los conservadores ven una figura de compromiso, aceptable para ellos pero también para el resto del colegio cardenalicio? ¿O, por el contrario, reforzar la imagen tranquilizadora de un potencial Papa “de transición” , cuya principal misión sería apaciguar a una Iglesia católica muy sacudida durante el pontificado de Francisco?
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Le Monde