Lo que no te cuentan sobre los suplementos y tu salud
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fbc0%2Fe2f%2Fcdc%2Fbc0e2fcdc895239ef031476b16ec59f0.jpg&w=1920&q=100)
En nuestras consultas vemos muchos pacientes que recurren a los suplementos nutricionales con la esperanza de permanecer jóvenes y mejorar problemas dermatológicos como la caída del cabello, el acné, el envejecimiento o enfermedades inflamatorias. Es comprensible: vivimos en una época en la que los suplementos están al alcance de todos, se venden sin receta médica y se anuncian como soluciones "naturales" y aparentemente inofensivas. Pero ¿son realmente seguros? ¿Pueden tener efectos secundarios?
El mercado de los suplementos nutricionales ha crecido exponencialmente en la última década. Su facilidad de acceso, la publicidad en redes sociales y la promesa de "soluciones naturales" han llevado a muchas personas a utilizarlos como parte de su rutina diaria. En dermatología, se promueven con el objetivo de mejorar la salud capilar, reducir el envejecimiento de la piel, tratar el acné o la rosácea, disminuir los efectos secundarios de tratamientos como la isotretinoína y fortalecer las uñas y la piel.
¿Qué son los suplementos?Son productos que contienen vitaminas, aminoácidos, minerales, ácidos grasos u otros nutrientes destinados a complementar nuestra dieta habitual. Es importante destacar el hecho de que estos suplementos no requieren estudios clínicos para su comercialización, no son considerados medicamentos y tienen una regulación menos estricta que los fármacos.
¿Qué dice la ciencia?La información que comparto a continuación está basada en varios estudios publicados en revistas de alto impacto como la revisión sistemática de JAMA Dermatology en la que se analizan 30 estudios sobre suplementos utilizados en dermatología o esta otra de Dermatological Reviews que estudia la seguridad de suplementos como vitamina D, niacinamida, zinc, ácidos grasos omega 3, colágeno, probióticos y antioxidantes.
Suplementos con efectos secundariosLa vitamina D, esencial para la salud ósea e inmunitaria, se utiliza con suplemento en enfermedades inflamatorias como la psoriasis y dermatitis atópicas y también en la fotoprotección y antiaging. Pero ojo: en dosis altas puede causar hipercalcemia, piedras en el riñón o calcificaciones vasculares. Por ello es muy importante utilizar la dosis adecuada de este suplemento y controlar los niveles en casos de suplementación crónica.
La vitamina A en altas dosis puede tener efectos teratogénicos (malformaciones fetales), secar la piel y dañar el hígado. Algunos fármacos derivados de la vitamina A, como la isotretinoina que usamos para el acné, pueden conducir a estas complicaciones.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb5d%2Fae2%2F27c%2Fb5dae227ce4aa420583c044aeae566c0.jpg)
La vitamina E, un potente antioxidante que se usa en el envejecimiento y para ayudar a la cicatrización de tejidos, puede tener efectos cardiovasculares, favorecer la aparición de ictus y aumentar el sangrado durante la cirugía. Por ello es importante advertir al cirujano si se toma este tipo de suplemento antes de la intervención.
El zinc puede ser beneficioso en ciertos casos de acné y dermatitis atópica. Sin embargo, dosis altas pueden provocar alteraciones digestivas.
Los omega 3 son ácidos grasos con efecto antiinflamatorio y pueden ser útiles en el envejecimiento, en la psoriasis o como complemento en acné con isotretinoína. Pero su uso a dosis elevadas puede empeorar la coagulación al reducir la agregación plaquetaria e interferir la función de determinada quimioterapia. También hay que destacar que es importante que haya un equilibrio entre los ácidos omega 3, los 6 y los 9, por lo que este tipo de suplemento debe ser recomendado por médicos con experiencia en suplementación.
La nicotinamida (vitamina B3) la usamos con frecuencia para prevenir el cáncer de piel. En dosis elevadas puede producir náuseas, vómitos y daño hepático con elevación de las transaminasas.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F86e%2Fb0d%2F2a3%2F86eb0d2a3a1770c401af0a1d6f313a88.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F86e%2Fb0d%2F2a3%2F86eb0d2a3a1770c401af0a1d6f313a88.jpg)
La biotina (vitamina B7) es un componente habitual de suplementos para el pelo y uñas. Aunque es una vitamina segura se ha visto que puede interferir determinadas pruebas de laboratorio como niveles falsamente elevados de hormonas tiroideas y testosterona o falsamente disminuidos como pruebas de detección de infarto agudo de miocardio (troponinas), PSA para el cáncer de próstata u hormona de crecimiento. Por ello se deben suspender estos suplementos de biotina 3 días antes de hacer la prueba de laboratorio.
La espirulina es una microalga que se considera un "superalimento" por su alto contenido en nutrientes. Es rica en proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes y se usa como complemento antiaging. Pero no es un complemento sin riesgos. Se han descrito casos de anafilaxia, enfermedades ampollosas autoinmunes y daño hepático.
ConclusiónTomar suplementos tiene sentido en personas con dietas restrictivas, enfermedades inflamatorias crónicas, mala absorción intestinal, embarazo, terapias con efectos adversos cutáneos o deficiencias vitamínicas objetivas. Pero debemos saber que los suplementos no son inocuos: pueden tener efectos secundarios si no están controlados por un médico experto en suplementación. En algunos casos son un gasto económico evitable. Y no sustituyen a una dieta equilibrada ni a tratamientos con evidencia demostrada.
Al final, si lo queremos estar más sanos y morir jóvenes lo más tarde posible, deberíamos leer el tratado del siglo XII Regimen Sanitatis Salernitanum, que da una serie de consejos que todavía tienen vigencia científica:
Vida honesta y ordenada, usar de pocos remedios y poner todos los medios de no apurarse por nada. La comida moderada, ejercicio y diversión, no tener nunca aprensión, salir al campo algún rato; poco encierro, mucho trato y continua ocupación.
El Confidencial