Nisman: el fiscal apunta a la mano derecha de César Milani y recrudece la pelea con Antonio Stiuso

Con su convocatoria a 90 militares del área de inteligencia que comandó el general (RE) César Milani y 200 miembros del personal civil de inteligencia (PCI) del Ejército en la causa por el crimen de Nisman, el fiscal Eduardo Taiano profundiza la investigación sobre el suboficial mayor (RE) Joaquín Conrado Pereyra, conocido como "el verde". Este fue el nexo entre la inteligencia militar y la SIDE en los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner.
Esa es una de las razones de la reacción de Milani quien ayer descalificó a Taiano y desafió: “Cuando termine esta farsa y este circo, espero que me llamen” a declarar en la causa.
Aumentó su advertencia, y repitió su teoría de que "Nisman se suicidó por su ineptitud, sus vínculos bastante extraños con gente como Stiuso, todo lo que lo rodeaba a él. Por eso se mató”, renovando su pelea con el ex director de Contrainteligencia de la SIDE y auxiliar de Nisman en la causa AMIA.
El fiscal Eduardo Taiano ingresa a los Tribunales Federales de Comodoro Py. FOTO PEDRO LÁZARO FERNÁNDEZ
La convocatoria de Taiano a los miembros de la inteligencia militar de Milani era de esperar aunque de esta magnitud como se decidió esta semana. Y la mayoría vinculada al ex jefe de Ejército de Cristina Kirchner.
Para poder hacerlo, el presidente Javier Milei levantó el secreto de inteligencia que pesa sobre todos esos agentes cuyos nombres se mantienen en reserva. Aunque de hecho el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, reporta al poderoso asesor presidencial Santiago Caputo.
La decisión permite avanzar sobre los obstáculos que frenan la investigación del crimen de Nisman. Pero también hace emerger una pelea de fondo entre los ex jefes de servicios de inteligencia que viene desde la muerte de Néstor Kirchner el 27 de octubre de 2010 y el inmediato y misterioso giro de Cristina Kirchner para iniciar negociaciones con Irán por el atentado a la AMIA que terminaron con el polémico Memorándum de Entendimiento de 2013.
Scatturice aparece en la pelea
En 2011, Stiuso denunció a la empresa de seguridad Dark Star de hacer “espionaje para Gran Bretaña” y se intervinieron los teléfonos de sus directivos y del entonces titular de otra compañía de Seguridad llamada C3: Leonardo Scatturice, el dueño hoy de Flybondi y lobista de la SIDE ante el gobierno de Donald Trump.
Leonardo Scatturice, dueño de Flybondi, con el vicepresidente de EE.UU.
En esa causa que está aún abierta e instruye el fiscal Ramiro Gonzalez hay cientos de llamadas telefónicas entre Scatturice, el entonces Director de Reunión de la SIDE, Fernando Pocino, el aliado de Milani en la pelea con Stiuso. Según fuentes judiciales consultadas por Clarín en esa causa “no hay nada penalmente relevante”, pero es una radiografía de esas alianzas del submundo del espionaje.
Aquel giro geopolítico, Cristina lo acompañó en 2014 con el descabezamiento de la SIDE que dirigían Héctor Icazuriaga y Paco Larcher, la jubilación de Stiuso y otros 34 espías que asesoraban a Nisman en la Unidad Fiscal AMIA. En paralelo, Cristina puso a Oscar Parrilli y a Juan Martín Mena al frente de la SIDE y montó “un servicio de inteligencia paralelo en manos de Milani”, afirmó el ex titular de la SIDE de Duhalde, Miguel Angel Toma.
Una evidencia de esa estructura implicó la decisión de Cristina de aumentar “un 136 por ciento” el presupuesto de la Jefatura II de Inteligencia del Ejército y el de la SIDE solo “33 por ciento”.
Además, Milani incrementó el número de PCIs de 600 a 1.600. “¿Para qué más espías civiles en el Ejército si la Argentina no tenía ni tiene hipótesis de conflicto con otros países”, se preguntó Toma. Y se contestó: “para hacer espionaje interno como lo demuestran los carpetas de inteligencia secuestradas por el juez Bonadio en la casa de Cristina en El Calafate”.
Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE y defensor de Stiuso en esta pelea.
Y no solo había sido plata y más espías. “Se compraron cuatro camionetas Trafic con tecnologías para interceptar miles de comunicaciones y “valijas” con el mismo fin que, cuando asumió Macri, desaparecieron”, afirmó Toma a Dato sobre Dato de radio Milenium.
Milani no debería sorprenderse por la convocatoria a declarar de Taiano de esta semana. El fiscal lo había adelantado en su informe sobre el estado de la causa en enero de este año.
"Pereyra sabe quién mató a Nisman"
En ese mismo documento, Taiano citó la causa donde está procesado el sargento retirado de la Policía Federal, Gabriel Zanchetta, por el espionaje a jueces que investigaron a Cristina en la causa Vialidad. Zanchetta escribió en su currículum que trabajó para un “grupo de tareas” de Pereyra y que éste: “sabe quién mató a Nisman”. De hecho, Pereyra -pese a ser solo un suboficial- era la mano derecha de Milani durante su gestión como comandante de Ejército entre julio de 2013 y junio de 2015.
El sargento retirado de la Policía Federal, Ariel Zanchetta, procesado en la causa de espionaje a los jueces. Dijo que trabajó con Conrado Pereyra.
Mucho antes del 18 de enero de 2015, en 2006, Pereyra fue uno de los agentes encubiertos que espió al periodista Carlos Pagni y el “Tata” Yofre, entre otros, en una causa por violación a mails que terminó siendo anulada por la jueza federal de San Isidro y viuda de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, en diciembre de 2015 apenas asumido Mauricio Macri a la presidencia de la Nación.
La masiva convocatoria a espías de Taiano no es arbitraria.
El fiscal “logró detectar una trama de contactos entre miembros de la Agencia Federal de Inteligencia (y su antecesora la SIDE), la Policía de la provincia de Buenos Aires, su Ministro de Seguridad y el Ejército Argentino, entre otros”, desde la mañana hasta la noche del 18 de enero de 2015.
Además, Taiano verificó que durante esta época que “la inteligencia militar mantenía vínculos y accionaba de manera conjunta con el sector de la Secretaría de Inteligencia que respondía a las máximas autoridades nacionales” y el nexo habría sido Pereyra. Desde el retorno de la democracia 1983, está prohibido que las FF.AA. realicen tareas de inteligencia interior.
Entre el 2014 y 2015 se concretaron “una serie de medidas tendientes a favorecer y fomentar la labor de inteligencia del Ejército Argentino, que se materializó en la realización de tareas que antes eran realizadas por la Secretaría de Inteligencia”, escribió Taiano.
Entre el viernes 16 y el lunes 19 de enero de 2015, “se registraron comportamientos comunicacionales inusuales, en lo que la cantidad de comunicaciones, duración y captación geográfica se refiere”. Ese tráfico de comunicaciones “aumenta exponencialmente el domingo 18 de enero de 2015 durante la mañana y prácticamente se detiene en los horarios previos a la entrada al departamento de Nisman de su custodia junto con su madre”, agregó.
Del entrecruzamiento de teléfonos, se descubrió una flota de abonados de la firma Nextel que mantuvo una elevada cantidad de comunicaciones el domingo 18 de enero, antes de que se tuviera conocimiento público de la muerte de Nisman. Y esos abonados telefónicos además eran captados en las inmediaciones del complejo de Le Parc Puerto Madero.
Desde ese momento, “el jefe del sector mantuvo comunicaciones con subordinados, con el Subdirector de la AFI, Juan Martín Mena, con el Jefe del Estado Mayor General del Ejército -quien había estado a cargo de la Jefatura II de Inteligencia de esa fuerza-, y ex miembros de la policía de la Provincia de Buenos Aires”, insistió. Mena es actualmente el ministro de Justicia de Axel Kicillof.
Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, los jefes de la SIDE en 2015 la abrieron 8 causas judiciales a Stiuso.
El vínculo con miembros del Ejército “no fue casual. La investigación logró determinar que un subordinado cercano al jefe de esa fuerza colaboraba con agentes de la AFI, era conocido en una de sus bases y tenía contacto con el Director y personal jerárquico de esa dependencia”, afirmó en una alusión implícita a Pereyra.
Y Taiano también sumó a la causa del crimen de Nisman un posible robo en oficinas de la ex Agencia Federal de Inteligencia de documentación que guardaría relación con la investigación del atentado a la AMIA y la muerte de Nisman en el archivo que la SIDE tenía en el Pasaje Barolo.
Y para entender esta trama hay que recordar qu en julio de 2016, Cristina mantuvo el famoso diálogo con Parrilli en que lo trató de pelotudo. Luego le dijo:
—Oscar, hay que salir a apretar a los jueces.
Pedía presionarlos para que procesaran a Stiuso en las ocho causas penales que le abrieron los K, tras el crimen de Nisman.
—A este tipo hay que matarlo...
Luego de discutir cómo atacar a ese “personaje deleznable” de la SIDE, Parrilli le comentó a la expresidenta:
Cristina apuntó contra Stiuso, Macri y Tinelli en conversaciones teléfonicas con Parrilli interceptadas en forma legal por la Justicia.
—Ahí yo lo mandé a hablar a Juan Martín Mena. Era para ver si él tiene llegada para que los fiscales, que tienen ahora la investigación de la AMIA, lo citen a Stiuso.
Querían que Stiuso fuera interrogado por “inacción” en la causa por el atentado terrorista contra la AMIA, lo que ya habían intentado los nuevos fiscales a cargo de la UIF AMIA. Y pidió la intervención del exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en la jugada.
Cristina—: Ya lo llamé a Aníbal, sí. El que lo va a hacer mierda a este, sabés quién es también, ¿no? César Milani…
En definitiva, la “guerra” sigue abierta y aún no sabemos cómo será el fin de la batalla entre Stiuso y Milani, pero seguro puede aportar datos para tratar de llegar a la verdad sobre la muerte de Nisman.
Clarin